Luego de que el hijo de Amado Carrillo confesara lo que hizo tras la muerte de padre en un hospital de la Ciudad de México, se conoció que el líder del Cártel de Juárez era una personas adelantada a su época que no acostumbraba enterrar su dinero como lo hacían otros narcotraficantes.
Eran mediados de los años 90, la mayoría de los narcotraficantes mexicanos eran personas con un bajo grado de estudios, por lo que generalmente decidían enterrar su dinero, algo que también hacían los colombianos, como si se tratara de un tesoro pirata.
‘El Señor de los Cielos’ fue de los primeros capos en dejar de realizar ese tipo de acciones, al considerarlas como poco prácticas, por lo que él guardaba una parte en cajas fuertes y otro lo invertía, al quedarse con poca liquidez y que este siempre esté en juego.
“Carrillo Leyva señaló que tras la muerte de su padre, en 1997, él, su madre y sus hermanos se pusieron a buscar dinero en las cajas fuertes que Amado tenía escondidas, pero no encontraron más que 7 millones de dólares, ‘El Señor de los Cielos’ era tan moderno que eso de las caletas donde los narcos colombianos y mexicanos enterraban el dinero, le parecía pasado de moda y poco práctico”, se lee en el libro ‘Los Señores del Narco’ de la periodista Anabel Hernández.
El hijo de Amado Carrillo junto con su madre solamente tuvieron acceso a esos 7 millones encontrados dentro de una caja fuerte, mientras que lo demás lo tenía invertido en empresas, además de comprar algunos bienes, los cuales no les serían regresados a sus familiares bajo el argumento de que fueron confiscados o que el capital ya no se podía tocar.
Al final, la modernidad financiera que tenía Amado, no favoreció a sus familiares, quienes no pudieron recuperar una parte de su fortuna, la cual se quedó entre sus socios, amigos y familia.
Las inversiones de Amado Carrillo en negocios lícitos
‘El Señor de los Cielos’ además de forjar un gran imperio criminal, también invirtió en negocios lícitos, tales como cuando compró acciones del grupo financiero Anáhuac por 30 millones de dólares, en esa transacción contratarían los servicios del panista Diego Fernández de Cevallos, quien habría recibido 4 millones de pesos por sus servicios.
“Amado Carrillo había comprado acciones por medio del empresario Jorge Bastida Gallardo y de Zepeda Méndez, para ello se contrataron los buenos oficios del abogado panista Diego Fernández de Cevallos, quien recibió cuatro millones de pesos por hacer el negocio”.