Qué son los radicales libres y por qué debemos evitarlos

Esas moléculas inestables que pueden causar estragos en la salud de tu piel y en tu cuerpo en general

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Esas moléculas inestables que pueden causar estragos en la salud de tu piel y en tu cuerpo en general (iStock)
Esas moléculas inestables que pueden causar estragos en la salud de tu piel y en tu cuerpo en general (iStock)

Los radicales libres, esas moléculas inestables producidas durante el metabolismo celular, están en el centro de la atención cuando se trata de cuidado de la piel y salud en general. Estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas.

Los radicales libres afectan al cuerpo y, en particular, a la piel debido a su naturaleza altamente reactiva. Estas moléculas tienen electrones no emparejados en su capa externa, lo que las hace inestables y propensas a reacciones químicas con otras moléculas en un intento de estabilizarse.

¿Qué son los radicales libres y por qué son perjudiciales?

Los radicales libres, también conocidos como especies reactivas de oxígeno (ROS), son moléculas de oxígeno con electrones no emparejados, derivados de procesos metabólicos normales en el cuerpo. Su naturaleza reactiva los impulsa a buscar pareja, lo que puede llevarlos a dañar membranas celulares, proteínas y ADN en el proceso.

Este estrés oxidativo resultante puede afectar la estructura de la piel, desencadenando el envejecimiento prematuro con la formación de líneas de expresión y arrugas. Además, la acumulación de radicales libres se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer.

Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (iStock)
Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (iStock)

Orígenes de los radicales libres: factores internos y externos

Si bien los radicales libres son inevitables debido a procesos metabólicos internos, factores externos pueden aumentar su producción. La sobreexposición a los rayos UVA, la contaminación ambiental, el humo del tabaco y una dieta poco saludable son factores que contribuyen a la generación de estos agentes dañinos.

Cómo reducir la presencia de radicales libres y proteger la piel

Adoptar un estilo de vida saludable es clave para combatir la acumulación de radicales libres. Una dieta rica en antioxidantes provenientes de frutas, verduras, nueces y pescado azul puede contrarrestar su impacto. Evitar la sobreexposición al sol, reducir el estrés, no fumar y moderar el consumo de alcohol también son medidas efectivas.

En cuanto al cuidado de la piel, la limpieza regular, el uso de protector solar, la hidratación y la incorporación de ingredientes antioxidantes, como la vitamina C y licocalcón A, pueden ayudar a mantener la piel joven y saludable.

Hábitos para cuidar la piel

Los hábitos de cuidado de la piel no sólo son estéticamente beneficiosos, sino que también contribuyen a la prevención del envejecimiento prematuro y a la protección contra enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo.

Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
  1. Limpieza regular: limpia tu rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche, para eliminar la suciedad, el exceso de aceite y las impurezas. Usa un limpiador suave y adecuado para tu tipo de piel.
  2. Hidratación: aplica una crema hidratante adecuada para tu tipo de piel después de la limpieza. La hidratación ayuda a mantener la piel suave, flexible y previene la sequedad.
  3. Protección solar: úsalo diariamente, incluso en días nublados. La exposición excesiva al sol contribuye al envejecimiento prematuro y aumenta el riesgo de cáncer de piel.
  4. Dieta saludable: una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables puede beneficiar la salud de la piel. Los antioxidantes presentes en estos alimentos pueden ayudar a combatir el daño de los radicales libres.
  5. Beber suficiente agua: manterse bien hidratado para ayudar a mantener la piel saludable desde adentro hacia afuera. La hidratación adecuada contribuye a la elasticidad y suavidad de la piel.
  6. Evitar el tabaco: contribuye al envejecimiento prematuro de la piel y puede causar arrugas. Dejar de fumar beneficia tanto la salud general como la de la piel.
  7. Limitar el alcohol: el consumo excesivo puede deshidratar la piel y contribuir al envejecimiento prematuro. Bebe con moderación y asegúrate de compensar con suficiente agua.
  8. Dormir lo suficiente: un sueño adecuado es esencial para la regeneración celular y la reparación de la piel. Intenta dormir de siete a nueve horas por noche.
  9. Manejar el estrés: puede afectar negativamente la salud de la piel. Encuentra formas de gestionar el estrés, como practicar la meditación, el yoga o cualquier actividad que te relaje.
  10. No exprimir granos o espinillas: esto puede provocar inflamación y cicatrices. Utiliza productos específicos para el acné y, en caso de problemas persistentes, consulta a un dermatólogo.
  11. Usar productos adecuados para tu tipo de piel: elige productos de cuidado facial que se adapten a tus necesidades específicas. Consulta con un dermatólogo si necesitas orientación.
Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (Imagen ilustrativa Infobae)
Los radicales libres: estos pequeños agentes reactivos pueden tener un impacto significativo en la apariencia y el bienestar de nuestra piel, así como en el riesgo de enfermedades crónicas. (Imagen ilustrativa Infobae)

Entender los radicales libres y su impacto en la piel y la salud es esencial para tomar medidas preventivas. Adoptar un enfoque integral, desde la alimentación hasta los cuidados diarios de la piel, puede marcar la diferencia en cómo enfrentamos el envejecimiento y mantenemos una piel radiante y saludable a lo largo del tiempo.

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