La vez que Rafael Caro Quintero fue regañado por ‘Don Neto’ por balear autos sin motivo en Guadalajara

Rafael Caro Quintero, ‘El Narco de narcos’, era el más joven de los líderes del Cártel de Guadalajara y con ello también era el más inmaduro, es por ello que se le hacía fácil cometer actos ilícitos solo por diversión.

Un ejemplo de ello fue cuando se le ocurrió salir a la calle a balear automóviles ajenos sin motivo aparente, solo para espantar a los operadores, quienes no hicieron nada, solo retirarse de la zona.

Al enterarse de uno de los pasatiempos del narcotraficante sinaloense, de inmediato Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’ le habló a su pupilo para llamarle la atención, quien para en aquellos años se sentía impune, pues las autoridades estaban de su lado.

“Rafael Caro Quintero se sentía tan impune que en la ciudad de Guadalajara se daba el lujo de balear coches ajenos sin que existiera alguna consecuencia, aquello irritaba mucho a ‘Don Neto’, quien lo reprendió en más de una ocasión”, narra la periodista Anabel Hernández en su libro ‘Los Señores del narco’.

A pesar de que los llamados de atención eran constantes, Caro Quintero jamás hacía caso, al ser una persona inmadura que a pesar de casi tener 30 años le gustaba divertirse como si fuera un adolescente de 15.

“‘Oye compadre, no seas tan regón, etc, no andes haciendo cosas tan malas, vas a calentar la ciudad’, por supuesto, Rafael siempre ignoraba los consejos”, fueron las palabras de ‘Don Neto’ a Caro Quintero por su actitud tan inmadura.

Ernesto Fonseca tenía miedo que se le ‘calentara la plaza’ y que las autoridades comenzaran a buscarlo ante la muerte de algún inocente solo por los juegos de su alumno.

Al otro día que se registró el sucuestro de Camarena, ‘Don Neto’ regresó a la casa de Caro Quintero a quien le preguntó que si ‘¿cuándo lo iban a interrogar?’, mientras que él con voz burlona le dijo que “no le iba a poder contestar, que no tenía caso”, a lo cual el capo se molestó y después se puso a llorar al enterarse de las acciones que realizaron.

Era tanto el coraje de Ernesto Fonseca que incluso casi se enfrentaba a balazos con su pupilo, a quien le pidió que cuidara del agente de la DEA.

“’¿Ya para qué?, no tiene caso, no puede contestar’, respondió Caro Quintero con indolencia, a sus 29 años parecía nunca haber pasado de los 15, además de ser ambicioso, soñador y bravucón, Rafael tenía una audacia que se parecía mucho a la estupidez, ‘¿qué pasó, por qué no puede contestar, lo soltaste?’, le reclamó molesto ‘Don Neto’