Acorde con los datos oficiales más recientes, el primer mes de 2024 terminó con dos mil 433 víctimas de homicidio, lo representa un incremento del cinco por ciento en comparación con los casos reportados durante diciembre de 2023.
Durante la conferencia matutina del 20 de febrero, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela rodríguez, presentó el reporte mensual de incidencia delictiva, el cual expuso que en el pasado mes de enero hubo 55 víctimas de asesinato más de las que se registraron el mes anterior.
En cuanto a la distribución de estos ilícitos, la funcionaria explicó que seis de los 32 estados concentran el 48% de los homicidios dolosos totales.
Las entidades con una mayor incidencia de este delito son Guanajuato (250), Estado de México (222), Baja California (196), Chihuahua (191), Michoacán (156) y Jalisco (153).
“En Guanajuato hubo un incremento de 21 homicidios más en el mes de enero; en el Estado de México hubo 51 delitos más que el mes anterior; en Baja California, 11 homicidios más que el mes anterior, y en Chihuahua, 32 más que en diciembre de 2023″, agregó Rodríguez Velázquez.
Respecto a Michoacán, la estadística fue mayor en 10 unidades, mientras que Jalisco tuvo seis homicidios más que en diciembre de 2023.
Más adelante, la titular de la SSPC presentó el panorama de homicidios en los municipios prioritarios para el gobierno federal, varios de los cuales no se encuentran en los estados con más asesinatos.
Tal es el caso de Culiacán, Sinaloa, que registró un total de 36 asesinatos en enero de 2024, o Acapulco, Guerrero, con una cifra de 31 casos en el mismo periodo.
Al observar los territorios con las cifras más altas de homicidios, coinciden con zonas en las que existen violentas disputas entre grupos del crimen organizado.
En Guanajuato, por ejemplo, el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) pretende frenar el asentamiento del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En el Estado de México, el grupo de Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, trata de arrebatarle el dominio de varias regiones a La Familia Michoacana para adueñarse del negocio de las extorsiones y cobros de piso a comerciantes y productores agrícolas.
Al norte del país, en Baja California, Los Rusos y Los Chapitos —dos facciones del Cártel de Sinaloa— sostienen una violenta confrontación con el objetivo de adueñarse del corredor que les da entrada directa a Estados Unidos.