La repentina muerte a los 68 años del académico y economista Carlos Urzúa Macías ha generado diversas reacciones en la política nacional, ya que formaba parte del equipo de asesores de la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez Ruiz, pero además porque fue el primer secretario de Hacienda y Crédito Público de Andrés Manuel López Obrador.
Lo mismo priistas, que panistas, morenistas o emecistas lamentaron la muerte del exfuncionario, ya que fue maestro de muchos de ellos a lo largo de su trayectoria. “Mi maestro, mi amigo y guía (...) Fue un verdadero placer ser su alumno”. publicó en X el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez.
“Una persona proba, honesta y buena, un intelectual brillante, un hombre de izquierda y además un amigo con quien coincidí en muchos espacios. Su partida duele”, escribió el exconsejero del INE, Lorenzo Córdova Vianello, acompañada de una foto que se tomaron el domingo pasado en la ‘Marcha por la Democracia’.
AMLO lamenta su muerte y recuerda que le renunció por ‘diferencias’
La muerte de Carlos Urzúa fue repentina y se prestó a todo tipo de especulaciones, incluso políticos como Gabriel Quadri o Fernando Belaunzarán dieron a entender que el gobierno estaría detrás de ella, pese a que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México dijo que había sido muerte natural; incluso la propia Xóchitl Gálvez reveló a Ciro Gómez Leyva que el economista falleció por un infarto fulminante cuando bajaba las escaleras de su casa.
De manera paralela, el presidente López Obrador expresó sus condolencias para los seres queridos de Urzúa Macías, al tiempo que condenaba las calumnias contra su gobierno por la muerte del exfuncionario y que recordaba que le renunció a un año de haber iniciado su administración debido a que tuvieron algunas ‘diferencias’.
Carlos Urzúa Macías fue nombrado titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el 1 de diciembre de 2018 y ratificado 17 días después por unanimidad en el Congreso de la Unión. Asumió el cargo con la promesa de que el nuevo gobierno de izquierda cambiará el modelo económico neoliberal por uno orientado a la inversión en capital humano e infraestructura pública y privada.
Sin embargo, la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) y otras decisiones tomadas por el Ejecutivo le llevaron a tener diferencias con AMLO y el 9 de julio del año siguiente presentó su renuncia por medio de una contundente carta en la que le agradeció haberlo considerado para formar parte de su proyecto de nación, pero en la que también hacía evidente que no estaban de acuerdo.
“Discrepancias en materia económica hubo muchas. Algunas de ellas porque en esta administración se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento. Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta pueda tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecho o de izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eso.
Aunado a ello, me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés. Por los motivos anteriores, me veo orillado a renunciar a mi cargo. Muchas gracias por el privilegio de haber servido a México”.
La renuncia fue aceptada por AMLO, quien confirmó que habían tenido discrepancias y que el exsecretario no estaba conforme con sus decisiones, las cuales estaban presuntamente orientadas a cambiar la política económica que llevaba casi cuatro décadas impuesta en nuestro país por los anteriores gobiernos neoliberales.
“A veces no se entiende que no podemos seguir con las mismas estrategias, no se puede poner vino nuevo en botellas viejas. No más simulación, no más de lo mismo”, sentenció en su momento López Obrador al tiempo que anunciaba que el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, asumió la titularidad de la dependencia. Dos años después, dejó el cargo y llegó el tercero y actual secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
Este martes, durante una entrevista radiofónica con Ciro Gómez Leyva, la candidata presidencial de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, habló precisamente sobre el rigor con que Carlos Urzúa hacía sus estudios y análisis económicos. Dijo que no le gustaba únicamente criticar sino dar propuestas y posibles rutas para actuar, así como analizar las posibles consecuencias, tal como cinco años atrás el exfuncionario dejaba sentado en su carta de renuncia.
“Siempre estaba preocupado por las familias mexicanas (...) tengo un documento de saque de lo que él quería en materia económica y eso será un gran legado; había un equipo que estaba trabajando con él el tema económica y hacendario y tiene que seguir, porque en próximos días tenemos que presentar propuestas a los mexicanos, las cuales serán con el estudio y la profundidad que a él le gustaba”, dijo.