Como nunca antes, Manelyk González se ha sincerado sobre uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando quedó embarazada a los 15 años. La ex participante de Acapulco Shore narró la dura travesía que tuvo que enfrentar para poder ejercer su derecho a abortar, pues aseguró que las dificultades económicas y que en ese momento era ilegal en la CDMX complicaron su panorama.
Durante una reciente entrevista que le concedió a Yordi Rosado, la ex integrante y actual panelista de La Casa de los Famosos 4 rompió el silencio sobre su embarazo adolescente, dejando en claro desde un principio que nunca pasó por su cabeza el querer continuar con ello pues tenía planes diferentes para su vida.
“Yo le daba duro, y de repente a mí no me bajaba y me hago una prueba y embarazada, a los 15 años, fue como qué hago, tenía 15 años, nunca pasó por nuestra cabeza si lo queríamos tener, no hay manera no era lo que yo quería en mi vida, ahorita creo que ya hay más información al respecto, en ese momento era re ilegal, no sabía qué hacer, te satanizan y te queman como bruja”, inició Manelyk González.
“Pensaba que me iba a morir”: Manelyk González habla sobre el aborto clandestino que tuvo que vivir
La también nombrada Reina de los Reality Show en México aseguró que el temor que tenía hacia su madre la hizo buscar ayuda en su hermana, quien junto a los padres de la pareja que tenía en ese momento la llevaron a una clínica clandestina para poderse practicar un aborto, lugar que ella calificó como “un matadero”.
“Mi hermana mayor fue quien me ayuda, ella tenía la vida perfecta, le marco y le cuento, me llevó con un doctor (...) él me dice que me van a llevar a una clínica, le dijimos a los papás de mi pareja, me lleva mi hermana. Llego a la clínica, la más horrorosa que te puedas imaginar, fría, fea, yo pensaba que me iba a morir y más si llegaba a un matadero, yo lo veía así”, agregó.
Para finalizar, la influencer mexicana confesó que previo al aborto y después de practicárselo pensaba en que ello le haría no poder convertirse en madre en un futuro, pues la clandestinidad le generaba incertidumbre y ese tipo de cuestionamientos.
“Llegan, me meten a una sala de quirófano y abajo hay una cubeta verde, me acuestan y me dicen que todo va a estar bien, me empiezan a amarrar, me dejan ahí como 5 minutos, te pasan tantas cosas por tu cabeza en ese momento, llega el doctor, me anestesió y bye, desperté y pensé en si me llegaría el arrepentimiento y tú no sabes si vas a quedar bien, mal, si vas a tener hijos y eso me daba vueltas”, finalizó.