Obispos y criminales de Guerrero se reunieron en un intento para pacificar la región, pero fallaron

Afirma alcaldesa de Chilpancingo que violencia es pura “guerra psicológica”; obispos seguirán el diálogo con criminales para pacificar Guerrero

Choferes del transporte público protestan para exigir seguridad ante una nueva ola de violencia del crimen organizado, en la autopista México-Acapulco, en Guerrero (México). EFE/José Luis de la Cruz

Al término de la misa por el Miércoles de Ceniza en la Catedral de Chilpancingo, Guerrero, el obispo José de Jesús González Hernández reconoció que junto con otros tres obispos de la región se reunieron con integrantes del crimen organizado en un intento para pacificar el estado, pero no con buenos resultados.

Cuestionado por los reporteros que acudieron a la ceremonia religiosa, el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa comentó que por separado y en distintos momentos previos al incremento de la violencia buscaron una tregua que incluía el reparto de territorios entre los grupos criminales.

Los otros obispos que habrían intentado pacificar Guerrero son: Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa; y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo Gónzalez Gónzález. Todos habrían mantenido el diálogo con los líderes criminales antes de desatarse la violencia contra transportistas de Acapulco, Zihuatanejo, Taxco, Chilpancingo e Iguala.

De acuerdo con las palabras del obispo de Chilpancingo las negociaciones fallaron porque algunos líderes criminales no aceptaron las condiciones de otros, principalmente relacionadas por la repartición de territorios:

“No los sueltan, les ha costado vidas, dizque ganárselos (...) ambicionan los cobros (extorsiones), ambicionan un afán de dinero, de poder y con esto no pudimos”: José de Jesús González Hernández.

A pesar de la negativa de los grupos criminales el obispo afirmó que seguirán buscando el diálogo con ellos; sin embargo, dejó en claro que la solución la tiene el Gobierno: “ellos tienen el poder, los recursos, los medios, pero parece que nos han abandonado”.

En palabras del clérigo, cada obispo se reunió con distintos líderes de las regiones más atacados por la violencia; a él le tocó -dijo- buscar la tregua con los grupos criminales que se disputan la zona de Tierra Caliente y la Sierra de Guerrero.

Peritos forenses recaban información en la zona donde fue asesinado un conductor de transporte público hoy, en el municipio de Chilpancingo en el estado de Guerrero (México). EFE/José Luis de la Cruz

“Guerra psicológica”, dice alcaldesa de Chilpancingo

A pesar de la violencia que le costó la vida a seis taxistas durante el primer fin de semana de febrero en Chilpancingo, la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez afirmó que se trata de una “guerra psicológica” que se disputa en redes sociales.

Según la alcaldesa, hay una realidad que enfrenta Guerrero y que no pueden combatir solos (gobiernos), por lo que pidió la colaboración de los medios de comunicación para “ser objetivos” y no permitir que se magnifique en redes sociales la situación “real” de la violencia que atraviesa el municipio.

“No nos puede ganar el miedo, el día que éste sea dominado nos vamos a empoderar de lo que nos toca y corresponde como sociedad”, indicó la alcaldesa en su conferencia de prensa del lunes 12 de febrero.
Camionetas de seguridad estatal, transportan a usuarios de transporte publico hoy en el en el balneario de Acapulco en Guerrero (México). EFE/David Guzmán

A pesar de las declaraciones de la alcaldesa, el transporte público de Chilpancingo estuvo suspendido por varios días debido a los ataques contra sus operadores y la violencia general que se vive en la región; tras reuniones con ellos, las rutas foráneas y locales se reanudaron el 13 febrero, pero las escuelas siguen sin clases.

A los taxistas de Chilpancingo asesinados se suman dos más de Acapulco y el conductor de un autobús en Taxco de Alarcón; en los tres municipios se paralizaron las actividades como protesta y exigencia de paz.

En medio de este contexto la mañana de este 14 de febrero la titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Sandra Luz Valdovinos Salmerón, solicitó licencia para separarse del cargo por un periodo de seis meses sin goce de sueldo. Argumentó asuntos de carácter personal y familiar que requieren de su atención.