El excandidato a la Presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade Kuribreña, reapareció con personajes políticos y compartió una fotografía con el candidato a la gubernatura de Veracruz del tricolor, José Pepe Yunes Zorrilla.
Por medio de su cuenta oficial de X, antes Twitter, el extitular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que se encontraron debido a que son días especiales para ambas familias, debido a los cumpleaños de sus respectivos padres, por lo que agradeció la amabilidad que tuvo el veracruzano al recibirlo.
Además, en su corto mensaje, indicó que lo aprecia y, en un mensaje con tintes a la época electoral, deseó lo mejor para todo el territorio de la entidad del sureste mexicano
“Estos días son especiales para @Pepe_Yunes y para mí. Mañana cumple mi papá y el martes su mamá. Muy agradecidos que haya pasado a darle un abrazo. Acá se le quiere bien y le deseo lo mejor en Veracruz”, redactó el domingo 11 de febrero.
Ante el mensaje, el candidato a suceder a Cuitláhuac García Jiménez no dio alguna declaración, sino que sólo dio retuit al mensaje del exsecretario de Estado.
Conviene recordar que el pasado mes de noviembre la dirigencia actual del PRI, encabezada por Alejandro Alito Moreno Cárdenas, eligió a Yunes Zorrilla como aspirante a la candidatura a la gubernatura, misma que fue apoyada por el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), es decir, por la coalición Fuerza y Corazón por México.
Además, días atrás el priista cerró su precampaña en la capital de la entidad, el Puerto de Veracruz, en donde mencionó las buenas administraciones que ha tenido el priismo o la oposición en general desde que son oposición en la entidad.
Meade se ha mantenido alejado de la política
José Antonio Meade Kuribreña fue uno de los funcionarios más representativos de los sexenios de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018), por lo que su candidatura a la titularidad del ejecutivo no fue una sorpresa en sí, más bien lo fue lo que significó al interior del tricolor.
Y es que en agosto de 2012, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cambió sus estatutos para que, por primera vez, una persona que no fuera militante del instituto político pudiera ser candidato, no sólo a la presidencia, sino a cualquier puesto de elección popular, esto debido a que comenzaron a analizar la importancia de los gobiernos de coalición.
Este movimiento permitió que el candidato fuera Meade, quien se presentó en la elección federal de 2018 para representar al PRI, al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza; sin embargo, quedó en tercer lugar, ocasionando que el partido más antiguo del sistema político mexicano perdiera la presidencia por tercera vez desde su fundación en 1929 tras la Revolución Mexicana.
Tras la elección de aquel 1° de julio, el exfuncionario se alejó del servicio público, pese a que se dedicó a eso la mayor parte de su carrera y se introdujo al ámbito privado; sin embargo, tras su derrota sostuvo una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), siendo el único rival con el que se reunió.