Sismo de magnitud 4.6 en Guerrero se percibió en CDMX, según capitalinos

Debido a su ubicación geográfica, México está continuamente expuesto a sufrir este tipo de eventos sísmicos

El temblor se produjo esta tarde, con magnitud de 4.6, de acuerdo a un reporte preliminar del Servicio Sismológico Nacional. En la imagen un registro de archivo de un sismógrafo. (EFE/Alanah M. Torralba)

Un sismo de 4.6 de magnitud y con una profundidad de 13.1 kilómetros alertó a los habitantes de la ciudad de San Marcos a las 15:22 hora local (21:22 UTC) este 12 de febrero.

El movimiento tuvo como epicentro 17 km al suroeste de dicha población del estado de Guerrero, de acuerdo información preliminar del Servicio Sismológico Nacional (SSN).

La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de Guerrero informó que no se han registrado daños tras el temblor; no obstante, implementaron a la brevedad un protocolo de prevención, estableciendo comunicación con las autoridades municipales cercanas al epicentro para confirmar que la población está a salvo y no hubo inmuebles afectados.

A través de redes sociales, capitalinos aseguraron que percibieron el movimiento telúrico de forma leve. Los sensores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) no se activaron debido a que el sismo no fue categorizado como uno de riesgo.

Protección Civil de Guerrero activó el protocolo correspondiente tras el sismo detectado esta tarde. (Twitter)

Los habitantes de la Ciudad de México añadieron que les preocupó el movimiento, ya que no es usual que tiemble en los primeros meses del año, por lo que temen que en septiembre pueda ocurrir uno de gran magnitud. Es de subrayar que estos eventos naturales no son predecibles y tampoco deben ser asociados a una época del año.

Ante una actividad sísmica importante, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) hace un llamado a no caer en rumores, ni noticias falsas y solo informarse en fuentes oficiales, como las autoridades de Protección Civil, tanto locales y estatales, así como federales.

Tras un terremoto, checa tu casa en búsqueda de posibles daños, utiliza tu teléfono solo en caso de emergencia, no prendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay alguna fuga de gas y recuerda que se pueden presentar réplicas del sismo, por lo que es importante estar alerta.

También puedes seguir las siguientes medidas antes de un terremoto: alista un plan de protección civil, organiza simulacros de evacuación, identifica zonas de seguridad en casa, escuela o lugar de trabajo y prepara una mochila de emergencia.

Durante un temblor guarda la calma y quédate en runa zona de seguridad, aléjate de objetos que puedan caer; si estás en un vehículo, estaciónate y aléjate de edificios, árboles y postes; y si te ubicas en la costa, aléjate de la playa y refúgiate en zonas altas.

(Jovani Pérez/Infobae)

Actividad sísmica en México

Esta no es la primera vez que México sufre este tipo de embate de la naturaleza. Su posición geográfica lo coloca en riesgo constante de vivir estos eventos. Así, en 1985 y 2017, hubo sismos que causaron una enorme destrucción en la nación. Aunque estos dos son los más reconocidos en la actualidad, no son los de mayor magnitud en el territorio.

El terremoto más fuerte registrado en la historia de lo que hoy es México ocurrió el 28 de marzo de 1787, en la época de la colonia española. Su epicentro fue en Oaxaca y tuvo una magnitud de 8.6. Ello no solamente logró que la tierra vibrara de forma increíble, sino que incluso provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.

Expertos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) estiman que será posible la repetición de situaciones semejantes en el futuro próximo. Dichas conclusiones surgieron a partir de un estudio fechado en 2009 que pretendía analizar el evento citado. Se dijo entonces que puede haber terremotos de una magnitud similar en las costas de México y Centroamérica. Lo anterior porque dicha zona posee gran potencial para acontecimientos de naturaleza geológica, dada su ubicación en la llamada Brecha de Guerrero.

Pero incluso terremotos de menor magnitud pueden provocar grandes afectaciones. Ejemplo de lo anterior fueron los eventos sísmicos de 1985 y 2017. En aquellas oportunidades, la vida de los pobladores de la Ciudad de México se vio trastocada, al tiempo que tanto el Gobierno como los ciudadanos particulares reconstruían edificios e infraestructura.

El 19 de septiembre de 1985 sucedió un terremoto de magnitud 8.2, con epicentro en el estado de Guerrero. Eran las 07:19 horas locales (13:19 UTC). En aquel momento, se pensó que no habría más terremotos de tales dimensiones, mas un evento afín aconteció exactamente 32 años después.

El de 2017 se registró a las 13.14 horas locales (18.30 UTC) con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos y dejó un saldo de 369 muertes en el centro del país.