¡Secretos de chef! Conoce como preparar ricas hamburguesas mexicanas para el Super Bowl LVlll

La historia de las hamburguesas en México es bastante interesante, pues aunque las hamburguesas son un ícono de la gastronomía mundial, su introducción en México no se dio hasta la década de 1930.

La llegada de restaurantes y hoteles internacionales, considerados de élite, trajo consigo la hamburguesa, que era parte de su menú. En esa época, las hamburguesas eran muy diferentes a las que conocemos hoy en día. Algunos sitios las vendían como “sándwich” (entre dos panes), otras como steak (filete de carne molida), lo cual muestra la influencia alemana y estadounidense.

En 1933, el restaurante Chanteclair ofrecía “beefsteak a la hamburguesa” en un menú de 75 centavos, una de las opciones más baratas en comparación con otros lugares donde la comida costaba 1.50 pesos.

Sin embargo, fue hasta 1970 que la primera cadena de hamburguesas, Burger Boy, se instaló en la República Mexicana. La llegada de cadenas multinacionales más grandes terminó por asentar el gusto de los mexicanos por las hamburguesas.

Es importante mencionar que la hamburguesa, como la conocemos hoy, es el resultado de una larga evolución culinaria que comenzó con la domesticación del ganado en la antigua Mesopotamia, donde se comenzaron a hacer los primeros “filetes” de carne molida.

Con las migraciones y las influencias culturales, la hamburguesa ha ido cambiando y adaptándose a los gustos locales de cada región.

La hamburguesa tradicional mexicana es una delicia, pero siempre puedes innovar y darle tu propio toque. Una opción es cambiar la proteína. En lugar de la típica carne de res, podrías probar con pollo, pavo, cordero o incluso pescado blanco. Si prefieres una opción vegetariana, el brócoli o el portobello son excelentes alternativas.

Otra idea es experimentar con quesos gourmet. El gouda, brie, azul, camembert o incluso el queso de cabra pueden darle un sabor único a tu hamburguesa. Los toppings gourmet también pueden añadir un toque especial. Prueba con cebolla caramelizada, champiñones salteados, rúcula, trufa o foie gras.

Las salsas pueden cambiar completamente el sabor de tu hamburguesa. Puedes experimentar con salsas como BBQ, Sriracha, salsa de queso azul o salsa de vino tinto. El pan también puede hacer una gran diferencia. Prueba con brioche, pretzel, pan de centeno o incluso pan sin gluten.

Finalmente, los ingredientes crujientes siempre son una buena idea. El tocino, la cebolla frita, los pepinillos o los jalapeños encurtidos pueden añadir textura a tu hamburguesa.

Para preparar una hamburguesa al estilo mexicano perfecta para el Super Bowl, necesitarás 500 gramos de carne de res molida, un huevo, 1/4 de taza de pan molido, 1/2 cebolla finamente picada, sal y pimienta al gusto, 4 panes de hamburguesa, 4 rebanadas de queso cheddar, un tomate en rodajas, hojas de lechuga, un aguacate, salsa BBQ al gusto y tocino al gusto.

Para el guacamole, necesitarás 2 aguacates maduros, un tomate picado, 1/2 cebolla blanca picada, zumo de un limón, un poco de cilantro fresco picado, un diente de ajo picado, sal al gusto y un chile jalapeño picado (opcional).

Primero, mezcla la carne molida con el huevo, pan molido, cebolla picada, sal y pimienta. Divide en cuatro partes iguales y forma las hamburguesas. Ásalas en una plancha o asador a fuego alto con un poco de aceite. Cuando estén doradas, coloca una rebanada de queso encima para que se gratine.

Para el guacamole, machaca los aguacates en un bowl, añade el tomate, la cebolla, el zumo de limón, el cilantro, el ajo, la sal y el chile jalapeño. Mezcla bien.

Finalmente, sirve las hamburguesas en los panes con una capa de guacamole, una rodaja de tomate, hojas de lechuga, salsa BBQ y tocino al gusto.