Como cada año, el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl es uno de los eventos más esperados en el mundo del entretenimiento, atrayendo a millones de espectadores. Los fanáticos disfrutan de un show en el intermedio del partido, que ha servido como plataforma para un puñado de leyendas de la música.
A lo largo de los años, el espectáculo de medio tiempo ha presentado a algunas de las estrellas más grandes de la música, incluyendo a Michael Jackson, Madonna, Prince, Beyoncé, y más recientemente a artistas como Shakira y Lady Gaga. Este año le toca a Usher impresionar a los aficionados de la NFL y al mundo.
Pero detrás de cada show hay miles de personas involucradas, desde los bailarines, pasando por los músicos, los vestuaristas, los ingenieros y los que producen el espectáculo. México es un país que está lleno de talento y que ha exportado genios en todas las áreas del conocimiento.
Uno de estos talentos es Pablo Munguía, quien estuvo directamente involucrado en el medio tiempo del Super Bowl que protagonizó Madonna en el año 2012. La reina del pop apareció en la cancha del estadio rodeada de un ejército de soldados romanos, vestida de dorado y sentada en un trono.
Pablo Munguía, detrás del show de Madonna
La cantante interpretó algunos de sus más grandes éxitos y se coronó como una de las exponentes más importantes de su género. Gran parte de la responsabilidad de la magia de dicho espectáculo recayó en el mexicano Pablo Munguía, un siete veces ganador del premio Emmy.
Es un ingeniero de sonido y productor musical que ha participado en una buena cantidad de proyectos muy importantes y tiene experiencia en producir el sonido de programas de televisión destacados como los American Music Awards, los MTV, los Oscar y los Grammy.
De igual forma, Munguía ha trabajado con artistas de talla internacional como Celine Dion, Barbara Streisand, Cher, Justin Timberlake, Britney Spears, Robbie Williams o Alicia Keys.
El medio tiempo del Super Bowl ha ganado popularidad en los últimos años, alcanzando audiencias incluso muchas veces más grandes que el propio partido. La NFL junto con los patrocinadores principales del evento, buscan constantemente superar las expectativas año tras año, manteniendo este espectáculo como uno de los momentos más icónicos y celebrados de la cultura popular en Estados Unidos y en el mundo.