Muchas personas ven como una primera necesidad el tener un vehículo en el cual puedan transitar por la ciudad; sin embargo, los altos costos de vehículos nuevos hacen más difícil la adquisición y por ello se piensa en primera instancia en hacerse de una unidad usada, para la cual se deberá pagar la cantidad requerida por el actual propietario en una sola transacción, pero, ¿qué pasaría si éstos también pudieran ser financiados?
Las cadenas automotrices ofrecen diversos planes de financiamiento, lo que permite que los consumidores puedan realizar pagos a plazos fijos para poder gozar de un sistema de movilidad. En el caso de la compra de un vehículo usado, esta acción requiere de varios meses (o hasta años) de ahorro para poder cubrir el costo total, evento que ha llevado a que cientos de compradores lleguen a ser víctimas de robo tras ser engañados por grupos criminales.
Es por todo lo anterior que el pleno del Senado de la República aprobó el pasado jueves 8 de febrero una iniciativa que permite que los vehículos usados puedan entrar en planes de financiamiento con el fin de no solo abrir un nuevo mercado, sino también garantizar que la compra-venta de la unidad en cuestión se de de manera segura, al tiempo de tratarse de un auto regulado.
¿Ya se pueden adquirir autos usados con financiamiento?
El hecho de haber aprobado esta iniciativa en la Cámara Alta no quiere decir que de manera automática los consumidores ya puedan recurrir a este sistema de venta, sino que en realidad los integrantes del Poder Legislativo solo le dieron visto bueno al documento que propone reformar el Artículo 63 de la Ley Federal de Protección al Consumidor en el cual se pretende incluir a los vehículos de estas características como parte de los financiamientos.
Un total de 92 senadores votaron a favor de la iniciativa, dando pie a que ahora la Cámara de Diputados pueda evaluarla y con ello, hacer realidad el financiamiento de autos usados, permitiendo a los consumidores conocer los costos totales de la unidad de interés, además de a cuánto asciende la tasa de interés, el número de plazos a pagar y cualquier tipo de detalle relacionado con la adquisición.
Cabe destacar que la propuesta antes mencionada a la vez permitiría que exista un marco legal que sea realmente sólido y con el mismo se de protección a los consumidores eliminando de manera paulatina los fraudes y prácticas injustas que se han denunciado, especialmente en redes sociales.
Así se cometen los fraudes con esta práctica
Los consumidores, al tener el deseo de hacerse de un vehículo seminuevo, recurren especialmente a redes sociales como Facebook o bien alguna plataforma web donde se arrojan los datos y características de cualquier artículo que se pone a la venta, en este caso automóviles usados y en buen estado.
En el momento en que los interesados se ponen en contacto con el vendedor que basta hacer mención, en ocasiones se dicen ser una empresa constituida legalmente y que además cuenta con oficinas en una zona estratégica de la ciudad, se dan detalles de la unidad, se acuerda el pago y tras llegar a un acuerdo, se da pie a una cita donde sucede la estafa.
En el caso de las empresas falsas, el pago se lleva a cabo a través de una transacción electrónica que, luego de efectuarse, permite a los compradores notar que en realidad tales oficinas (donde se llevaría a cabo la entrega tanto del vehículo como de los documentos) nunca existió.
Si se trata de una compra-venta en redes sociales, los consumidores son interceptados, la mayoría de las veces, por criminales quienes, con lujo de violencia los amagan quitándoles el efectivo destinado para la compra y una ve entregadas además todas las pertenencias, huyen.