Esta es la entidad demoníaca a la que La Unión Tepito le hace altares satánicos

En el desconcertante mundo del narcotráfico, la fe y la devoción cobran un matiz singular, revelando la complejidad y la contradicción inherentes a las operaciones ilegales. Diversos grupos delictivos han desarrollado una particular devoción hacia ciertos santos, buscando protección, fortuna y éxito en sus peligrosas actividades. Paralelamente, el cártel de La Unión Tepito, uno de los grupos con mayor notoriedad en México, se distingue por su estrecha vinculación con prácticas de santería, un sistema de creencias que combina elementos de la religión católica con ritos afrocubanos.

Restos, amuletos, collares y figuras son algunos de los objetos que han sido hallados en altares en innumerables cateos a viviendas ligadas al cártel que domina en la Ciudad de México. Con el objetivo de conseguir el éxito en sus crímenes y estar lejos de las balas y las autoridades, los integrantes de este grupo han desarrollado una profunda devoción a los entes sin importar que éstos sean considerados malignos.

A estos “santos” ―que en realidad son entes demoníacos― les piden el triunfo en sus negocios ilícitos, ser protegidos de las balas, de las autoridades y que sus rivales acaben muertos o presos.

Fue a finales de enero cuando elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX) se llevaron un gran susto al ingresar a un conjunto habitacional marcado con el número 130 de la calle Granada, en la colonia Morelos de la alcaldía Cuauhtémoc.

Los uniformados ingresaron al domicilio para investigar si este punto era un centro de distribución de drogas. En el sitió hallaron al menos 23 kilogramos de hierba verde, con características similares a la marihuana, sin embargo, lo que más causó revuelo fue otro hallazgo: un altar satánico en donde destacaba una figura dorada y gigante de Mammon, una entidad demoníaca mencionada en diversos textos religiosos, particularmente en la Biblia, usualmente usado para simbolizar la codicia, la riqueza mal adquirida o los bienes materiales considerados como un mal.

La referencia más conocida se encuentra en el Evangelio de Mateo (6:24), en el Nuevo Testamento, donde se menciona que no se puede servir a Dios y a Mammon al mismo tiempo, destacando la incompatibilidad entre la devoción espiritual y la ambición por la riqueza material.

Con el paso de los siglos, la figura de Mammon ha evolucionado en la cultura popular y en diversas tradiciones cristianas, siendo a veces personificado como un demonio o una deidad que personifica la avaricia.

En algunas interpretaciones, especialmente dentro de la demonología cristiana, Mammon es considerado uno de los príncipes del infierno, representando el pecado capital de la avaricia. Su representación y características específicas varían según las distintas fuentes y tradiciones, pero comúnmente se le asocia con la insaciable ambición por acumular riquezas.

En un rincón de la casa se encontraba un altar que desplegaba figuras demoníacas de distintos tamaños y colores. La figura más destacada representaba al llamado Príncipe de los Demonios, pintado en matices grisáceos y dorados, portando un tridente en su mano derecha y un cráneo alrededor de su cuello.

A los pies de la estatua, que terminaban en pezuñas de cabra, se podían ver numerosas monedas, integradas a la escultura. Había también representaciones de Satanás reinando desde un trono y una figurilla roja de un ente demoníaco que emulaba al Niño Dios sobre el pesebre.

Entre las esculturas, se encontraban arreglos de flores compuestos por rosas de tonos blancos y rosas, junto con margaritas que seguían la misma paleta de colores.

Delante de la estatua más imponente estaba colocada una máscara representativa del diablo, acompañada por dos velas decoradas con la imagen de esta entidad, dispuestas sobre una superficie que parecía ser de granito negro.

En octubre de 2019 se realizó un operativo sin precedentes en el que las autoridades capitalinas capturaron a 31 presuntos miembros de La Unión Tepito.. La intervención fue llevada a cabo por la SSC, la Fiscalía General de Justicia (FGJ) y la Secretaría de Marina (Semar). Entre los detenidos se encontraban 26 hombres y 5 mujeres, relacionados con diversas actividades ilícitas reportadas por los ciudadanos.

Este golpe a la delincuencia organizada surgió tras seguirse múltiples denuncias sobre actividades ilícitas en los domicilios mencionados. En una residencia de Peralvillo, las autoridades descubrieron un túnel secreto que conectaba con la calle Tenochtitlán, en el corazón de Tepito, utilizado presumiblemente por el líder de la facción, conocido como Óscar Andrés Flores Ramírez, alias “El Lunares”, para evadir su captura.

Además, se hallaron dos laboratorios de droga sintética en la colonia Morelos, conteniendo aproximadamente 50 kilos de precursores químicos y una impresionante cantidad de drogas, entre ellas marihuana, cocaína y metanfetamina, que sumaban más de dos toneladas y media.

En operaciones adicionales, el equipo de seguridad incautó 13 armas de fuego cortas, 13 largas, un lanzagranadas, cargadores y miles de cartuchos útiles, junto con cinco granadas. También se confiscaron varios vehículos y cerca de 1,5 millones de pesos en efectivo.

Pero también hubo un hallazgo particularmente sombrío: un altar satánico con restos humanos, lo que sugiere prácticas rituales entre los miembros de la organización para buscar protección en sus actividades delictivas.

En el lugar se hacía adoración al llamado Palo Mayombe, una religión afrocubana. Es una de las varias prácticas religiosas que forman parte de las religiones afrocaribeñas, como la Santería (Regla de Ocha) y el Vudú, aunque se distingue de éstas por sus propias características y rituales específicos.

Una de las particularidades más notables del Palo Mayombe es su énfasis en la conexión espiritual con los ancestros y los espíritus de la naturaleza. Esto se logra a través de “prendas” o “ngangas”, que son calderos o recipientes que contienen tierra, palos, hierbas, y otros objetos sagrados, incluyendo, en algunos casos, restos humanos como huesos. Estos calderos son considerados receptáculos de poder espiritual y son esenciales para la práctica de rituales y la realización de hechizos.

Los rituales dentro del Palo Mayombe incluyen ofrendas, cánticos, bailes y sacrificios de animales, elementos que buscan propiciar la interacción con el mundo espiritual, protección, y la resolución de problemas cotidianos. La comunicación con los espíritus y los ancestros es mediada por los “paleros” o “tatas”, quienes son los practicantes iniciados y líderes espirituales dentro de la religión.

De acuerdo con un reportaje realizado por el periodista Carlos Jiménez, el exlíder de La Unión Tepito, “El Lunares”, se rodeaba de santeros que fungían como sus operadores. Éstos lo dotaban de supuesto amuletos y lo ofrecían limpias, como el llamado “El Niño Problema”, Carlos Iván “N”, que además de ser su guía espiritual también pagaba sobornos a policías.

Otra de las figuras que se convirtieron en operadores cercanos por su prácticas fue Pablo Andrés Garduño, alias “El Padrino”, un supuesto guía espiritual de la religión yoruba, pero también daba protección a policías.

Cuando las autoridades capitalinas hicieron un operativo en los domicilios del líder criminal de La Unión Tepito también fueron encontrados más altares: uno llamado “el altar a los caídos”, en donde rendía tributo a sus compañeros y familiares asesinados. Dicho altar tenía las figuras de la Santa Muerte y Jesús Malverde.

La mamá de El Lunares también tenía su propio altar, en donde colocó candados de manos, cuernos y flechas que atravesaban imágenes de sus enemigos, como “El Tortas”, líder de la Anti-Unión Tepito; y exparejas de su hijo.

Este tipo de altares también han sido encontrados en el barrio de Tepito, Tláhuac, Iztapalapa y la colonia Doctores.