Luego de casi 20 años de evadir a las autoridades, el exsecretario de Hacienda de Quintana Roo, José Chejín Pulido, fue detenido en Chetumal por actividades ligadas a operaciones financieras ilícitas, presuntamente cometidas como parte de una red de corrupción encabezada por el exgobernador Mario Villanueva (1993-1999).
Según su ficha de captura, disponible en el Registro Nacional de Detenciones (RND), Chejín Pulido fue detenido el 5 de febrero por agentes de la Fiscalía General de la República (FGR). Posteriormente, el 7 de febrero, lo trasladaron al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) Número 1, mejor conocido como el Penal del Altiplano, en el Estado de México.
Contaba con una orden de aprehensión desde abril de 2005 por los delitos de asociación delictuosa, delincuencia organizada y lavado de dinero.
Las investigaciones en su contra refieren que en septiembre de 1995 abrió dos cuentas financieras en Banca Serfín y en Operadora de Bolsa Serfín, a través de las que recibía dinero que posteriormente se canalizaba a campañas políticas del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A través de las declaraciones de Francisco Brady, exejecutivo de Banca Serfín, se conoció que “la intención de José Chejín era que los intereses que se generaran fueran para el gobernador”.
Entre septiembre de 1995 y octubre de 1996 la cuenta bancaria se mantuvo activa y bajo el nombre de Ramón Enrique Diez Cañedo, un exejecutivo que para ese entonces ya estaba muerto.
“José Chejín fue quien abrió la cuenta con documentos falsos y que era dinero para una campaña política, sin saber de quién”, puede leerse en las declaraciones de un testigo incluidas en el expediente, consultado por Infobae México.
Otro testigo, con la clave ‘Peter’, señaló que Chejín Pulido se puso en contacto con él y le dijo que “hay un asunto delicado que me instruyó el gobernador [...] Para que se apoyara a los candidatos del PRI que iban a iniciar la campaña para diputados”.
Específicamente, Pulido aseguró que la cuenta “se alimentaría de la venta de concesiones para placas de taxis que otorgaría el gobierno del estado en Cancún”, así como de la autorización de patentes para vender bebidas alcohólicas.
Al finalizar las operaciones, el dinero era retirado por un secretario particular de Villanueva y entregado en efectivo a los candidatos del PRI en aquel proceso electoral.