En sus primeros años de vida estuvo rodeado de un entorno extremadamente pobre, pero con el paso del tiempo alcanzó a amasar una fortuna millonaria que incluso lo hizo aparecer en la lista de las personas más ricas del mundo ―de la revista Forbes―. Hablamos de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, otrora líder del Cártel de Sinaloa.
Aunque la vida personal de la mayoría de los narcotraficantes suele mantenerse oculta, la gran popularidad alcanzada por Guzmán Loera ha provocado que, a lo largo de los años, se hayan dado a conocer datos importantes sobre sus orígenes; algunos incluso fueron revelados por él.
Por ejemplo. Se sabe que el capo nació el 4 de abril de 1957 en La Tuna, un pequeño pueblo ubicado en la Sierra Madre Occidental que forma parte del municipio Badiraguato, Sinaloa; conocido nacionalmente por ser una zona cuyos pobladores sobreviven de la siembra de amapola.
Fruto del matrimonio entre Consuelo Loera Pérez y Emilio Guzmán Bustillos, ‘El Chapo’ se convirtió en el hijo mayor de un total de 11 luego de que sus primeros tres descendientes fallecieran bajo condiciones desconocidas.
En 2016, en entrevista con la actriz mexicana Kate del Castillo y el actor estadounidense Sean Penn, Guzmán Loera confirmó que su familia vivió en extrema pobreza. Ello lo obligó a tener que trabajar desde temprana edad.
“Mis papás eran una familia muy humilde y muy pobre. Me acuerdo que mi mamá hacía pan para el sustento de la familia, yo lo vendía; vendía naranjas, refrescos, dulces. Mi mamá muy trabajadora, trabajaba mucho, sembrábamos maíz, frijol, cuidaba el ganado de mi abuela y cortaba leña”, relató.
No obstante, aquel día ‘El Chapo’ pasó por alto un dato importante: su padre formaba parte de la población que se dedicaba a la siembra y venta de amapola y opio.
Entre violencia y drogas
De acuerdo con la periodista Anabel Hernández, ‘El Chapo’ tuvo que abandonar sus estudios ante la falta de recursos económicos en su hogar. Así, tras concluir el tercer grado de primaria y con tan sólo 15 años, comenzó a trabajar junto a su padre.
“Hasta la fecha no hay formas de trabajo ―en Badiraguato―, la manera de tener para comprar la comida, para sobrevivir, es sembrar amapola y marihuana. Yo a esa edad comencé a sembrarla, a cosecharla y a venderla”, jpocos meses antes de ser detenido por tercera vez.
Durante los próximos años, él y sus hermanos aprendieron los caminos menos conocidos del ‘Triángulo Dorado’ y se dedicaron a cortar el capullo de amapola, producto que posteriormente su padre vendía a proveedores en Culiacán y Guamúchil.
Pero el esfuerzo físico y mental en ocasiones no era suficiente. En el libro ‘Los señores del narco’, Hernández relata que el padre de ‘El Chapo’ tenía problemas de alcoholismo, por lo que, la mayoría de las veces, las ganancias eran destinadas a alcohol y burdeles.
Otros reportes también refieren que la relación entre Guzmán Loera y su padre fue complicada, pues era un hombre violento que golpeaba frecuentemente a su familia.
Se dice que algunas veces ‘El Chapo’ se iba a casa de su abuela materna para escapar de su realidad. No obstante, siempre hacía frente a su padre cuando se trataba de proteger a sus hermanos menores de sufrir el mismo destino.
Pese a ello, aquellos que lo conocieron de joven aseguran que era una persona bromista y que disfrutaba de hacer travesuras a sus amigos y familiares.
Así fueron los primeros años de vida de ‘El Chapo’. Todo cambió cuando alcanzó la mayoría de edad y comenzó a frecuentar Guadalajara.
En esta ciudad, alrededor de 1980, conoció a Miguel Ángel Félix Gallardo, quien se convirtió en su tutor y, más tarde, lo ingresó al negocio de las drogas internacional.