Hasta 2023, informes de seguridad estatal y de organizaciones sociales identificaron que en Guerrero tienen presencia al menos 16 grupos criminales. De las disputas a lo largo del territorio, la de mayor intensidad se presenta en la zona central, protagonizada por Los Tlacos y La Familia Michoacana.
La violencia en la entidad tuvo un repentino incremento a finales de 2009 tras el asesinato de Arturo Beltrán Leyva, según un informe del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Tal suceso marcó la fragmentación del Cártel de Sinaloa y el inicio de una “disputa encarnizada de pequeños grupos que peleaban para adueñarse la principal plaza de Acapulco”.
Como parte de esta oleada de nuevas estructuras criminales, en 2017 nacieron Los Tlacos como un brazo armado de la Policía Comunitaria de General Heliodoro Castillo. El objetivo era asumir el rol de la policía municipal para enfrentar al narco en la demarcación.
Su mayor líder ha sido identificado como Onésimo Marquina Chapa, alias ‘El Necho’, mientras que el segundo al mando sería Humberto Moreno Catalán, alias ‘El Comunitario’.
El nombre de esta célula se debe a que su principal base de operaciones es Tlacotepec, la cabecera municipal de Heliodoro Castillo. No obstante, al menos desde 2023, este grupo comenzó a presentarse en videos y narcomantas con el apelativo de ‘Federación Guerrerense’.
Precisamente en el municipio de Heliodoro Castillo es donde se han reportado los más recientes hechos de violencia como consecuencia del avance de La Familia Michoacana a dicha zona. Un ejemplo de ello fue el ataque con drones del 4 de enero en localidad de Buenavista de los Hurtado, que causó por lo menos cinco muertes.
Al ser su principal bastión, Los Tlacos mantienen el control de Heliodoro Castillo mediante la violencia y actividades relacionadas a la explotación minera y la venta de madera. Sin embargo, al menos desde finales de 2022, La Familia Michoacana comenzó a amenazar y atacar a los pobladores para obligarlos a huir de sus comunidades y apropiarse del territorio.
Sumado a esta pugna con el grupo de los hermanos Hurtado Olascoaga, Los Tlacos mantienen, al menos desde 2021, una confrontación directa en contra de Los Ardillos por el control de Chilpancingo.
Declaraciones del obispo Salvador Rangel compartidas en 2023 con Quadratín refieren que Los Tlacos habían apoyado las campañas políticas de Evelyn Salgado —actual gobernadora de Guerrero— y Norma Otilia Hernández —alcaldesa de Chilpancingo en funciones—.
Con la victoria de ambas, el grupo de ‘El Necho’ se habría adueñado del negocio de las extorsiones a comerciantes y transportistas en la capital, pero Los Ardillos iniciaron una serie de ofensivas para arrebatarles una de las principales plazas para el crimen organizado de Guerrero.