Vicente Zambada Niebla, mejor conocido como ‘El Vicentillo’ en el libro de Anabel Hernández, ‘El Traidor’, recordó la vez que su padre recibió la llamada de Arturo Beltrán Leyva, quien aparentemente quería una tregua con el Cártel de Sinaloa, luego de varios meses de guerra, en la que murieron muchos de sus empleados.
‘El Barbas’ le argumentó a Ismael Mario que ya quería que se terminaran los conflictos, por lo que le pidió disculpas, al argumentar que el Gobierno lo estaba hostigando, al acusar a ‘El Chapo’ de tener una campaña con las autoridades en su contra.
“‘En esos días antes de ver a Loya, había hablado Arturo, le había mandado a decir a mi papá ‘que por favor le recibiera la llamada’, después de varios meses de guerra ya habían pasado muchas cosas en Culiacán y en todo el país, mi papá le tomó la llamada y Arturo le dijo que ‘por favor, que ya quería parar la guerra, que lo disculparan, que fue lo peor que hizo en su vida, que si se detenía la violencia, el Gobierno iba a dejar de hostigarlo, que ya no se la acababa y que ‘El Chapo’ le tenía campaña con el Gobierno, que era él quien le estaba echando al Gobierno, pero que ya quería tregua’'”, narró ‘El Vicentillo’, en el libro ‘El Traidor’.
Por su parte, ‘El Señor del Sombrero, le argumentó que no tenía ningún problema al respecto, pero que él debía buscar a sus otros socios, tales como Ignacio Coronel y la Familia Michoacana, pues derivado de la guerra se hizo de diversos enemigos que no tenía control de ellos.
Con respecto a Guzmán Loera, dijo que iba hablar con su socio y que no se preocupara por ello, sin embargo, solo quedó en una llamada, pues al final no se arreglaron los conflictos y la guerra siguió, a tal grado de que después hubieron grandes detenciones como la del hermano de ‘El Mayo’. ‘El Rey’ Zambada.
“‘Mi papá le dijo que ‘por él no había problema, que era la mejor noticia que podía recibir ese día, y no de muertos y balazos como en los días pasados, que hasta donde habían llegado las cosas por nada, que él todavía no lo entendía, pero que nunca era tarde, y que él, o sea mi papá, ahorita le decía a su gente que se parara todo ahí en Culiacán, que porque él no tenía gente en otra parte más que ahí, en Culiacán, y que él respondía por ‘El Chapo’, porque era su jefe, que él ahorita le hablaba para decirle, pero que él, ‘Mayo’, no podía responder por todos los demás enemigos que se había echado Arturo encima, que ‘Nacho’, Ignacio Coronel y los de la Familia Michoacana, eran amigos, pero que ellos estaban en otro estado y que él no respondía por toda esa gente, menor con los de la Familia, que a esos ni los conocía’, le dijo mi papá, ‘que por lo pronto él respondía por ‘El Chapo’ y que Arturo buscara la manera de hablar con Nacho y con los de la familia’, eso fue lo que dijo mi papá a Arturo en esa llamada’”, se lee en el libro de Anabel Hernández en su libro ‘El Traidor’.
Al final, Arturo Beltrán Leyva le dio un número de teléfono, que le sirivió a ‘Vicentillo’ para darle información a las autoridades de Estados Unidos, quienes ya estaban en planes de negociar el arresto del hijo de ‘El Mayo’.