La gastronomía mexicana es aplaudida en todo el mundo, no sólo por su delicioso e incomparable sabor, sino por su riqueza cultural e histórica. Y es que más de un ingrediente con el que preparamos la comida todos los días tiene orígenes prehispánicos.
Muchos de los platillos que hoy se encuentran en nuestra mesa son el resultado del sincretismo de dos culturas muy distintas entre sí: la mexica y la española. Cuando Hernán Cortés llegó al país y fundó Nueva España, un nuevo capítulo de la historia de la comida mexicana comenzó a escribirse.
No obstante, hay platillos que todavía conservan su esencia prehispánica, sobre todo aquellos que se consumen más en provincia y que tienen que ver con los insectos, una proteína con la que los antiguos mexicanos estaban bien familiarizados.
En México, hace muchos años, comenzaron a fundarse los primeros restaurantes de lujo que ofrecían exquisitos platillos capaces de satisfacer los paladares de las celebridades más emblemáticas de la época. Uno de ellos era el favorito de María Félix, importante actriz del cine de oro que marcó una generación y cuyo legado sigue presente en el mundo del entretenimiento.
Aquí te contamos todo sobre el lugar, sus distinguidos comensales, además de cuál era el plato que enloquecía a la diva mexicana.
Los icónicos comensales del Prendes y lo que comían allí
En donde hoy se levanta el importante Palacio de Bellas Artes, se encontraba el primer restaurante de lujo de toda la Ciudad de México: el Prendes. El distinguido inmueble abrió sus puertas a clientes vip que causaban sensación entre los mexicanos, en el año 1892.
Tal era el caso de María Félix, la diva de divas mexicanas, cuyo plato favorito eran los escamoles, y que estaba en el menú, junto a otras delicias como los gusanos de Maguey, gracias a la petición de Diego Rivera, famoso pintor mexicano que junto a Frida Kahlo marcaron un hito en el arte mexicano.
El Prendes también recibió visitantes que hoy son íconos no sólo para la cultura mexicana, sino para el todo el mundo; por ejemplo, se cuenta que era un lugar al que Pancho Villa llegaba a caballo y que incluso fue visitado por Walt Disney durante un viaje que hizo a México.
Venustiano Carranza, Dr. Atl y Octavio Paz son algunos de los nombres de comensales que se dieron el lujo de probar alimentos prehispánicos preparados a todo lujo. Por supuesto, el restaurante ya no se encuentra donde estaba, pues tuvo que ser movido a una de las conocidas calles del Centro Histórico debido al inicio de la construcción del Palacio de Bellas Artes, y luego a la colonia Polanco.
Los escamoles, el caviar mexicano
Los escamoles son un platillo tradicional mexicano considerado un manjar dentro de la gastronomía del país. Conocidos comúnmente como “el caviar mexicano”, se trata de las larvas de hormigas de la especie Liometopum apiculatum, recolectadas principalmente en los estados de Hidalgo, Puebla, y Guanajuato. La recolección de escamoles es una práctica que se remonta a tiempos prehispánicos, siendo consumidos por pueblos indígenas como los aztecas, que los valoraban altamente por su sabor y valor nutricional.
El proceso de recolección de los escamoles es laborioso y debe hacerse con cuidado para no dañar los hormigueros, lo que se traduce en su precio elevado. Estas larvas se recolectan durante la temporada de Cuaresma, entre los meses de marzo y abril, momento en el que las hormigas las depositan cerca de la superficie del suelo.
Además de ser apreciados por su sabor, los escamoles son ricos en proteínas, grasas, y aminoácidos, lo que los hace un complemento nutricional valioso dentro de la dieta.
Los escamoles representan un ejemplo fascinante de la gastronomía mexicana y su capacidad para integrar ingredientes únicos con técnicas tradicionales, resultando en platillos de un sabor exquisito y complejo que forman parte del patrimonio culinario del país.