Por qué es buena idea añadir yogurt griego en tu dieta de todos los días

Cada día es más común que los mexicanos quieran comer de forma más equilibrada y busquen sustitutos de alimentos que, si bien pueden tener muy buen sabor y ser accesibles, no sean del todo beneficiosos para la salud.

Tal es el caso del yogurt tradicional, que se vende prácticamente en cualquier tienda de autoservicio y que se ofrece en diversas presentaciones, así como sabores. Aunque es un alimento que es rico, la verdad es que muchos de ellos contienen azúcares añadidos en grandes cantidades.

El consumo excesivo de azúcar no es precisamente lo más beneficioso para nuestro cuerpo, por lo que el yogurt es un alimento que, si se toma en exceso, podría perjudicarnos. Por ello, un sustituto muy famoso que se ha vuelto popular en los últimos años es el yogurt griego, que tiene bondades varias que afectan positivamente a nuestra salud.

El yogurt griego es conocido por su textura más espesa, su sabor más intenso y su mayor contenido proteico en comparación con el yogurt tradicional. Este alimento es un componente valioso en una dieta equilibrada, gracias a su variedad de nutrientes esenciales.

Por ejemplo, cada 100 gramos de yogurt griego (por supuesto, sin azúcar añadida ni sabores que alteren su composición) contiene unos 10 g de proteína, apenas 59 kcal, 3.6 g de carbohidratos, 110 mg de calcio, 141 g de potasio, 95 g de fósforo, y algunas presentaciones tienen vitamina D.

Es importante destacar que el contenido de grasas puede aumentar si se elige una versión no desnatada del yogurt griego. Además, algunos yogures griegos comerciales pueden incluir azúcares añadidos o sabores, lo que puede alterar su perfil nutricional. Es recomendable revisar las etiquetas nutricionales para elegir la opción que mejor se adapte a las necesidades dietéticas individuales.

El alto contenido de proteínas en el yogurt griego lo hace particularmente beneficioso para la recuperación muscular, el mantenimiento de la masa muscular y la sensación de saciedad. Además, es una fuente significativa de calcio, importante para la salud ósea, y probióticos, que favorecen la salud digestiva.

Incluir yogurt griego en la dieta puede ser una forma excelente de obtener nutrientes clave, mientras se disfruta de un alimento versátil que puede ser parte de desayunos, meriendas o incluso utilizado en recetas culinarias.

El azúcar añadida se refiere a los azúcares que se agregan a los alimentos y bebidas durante su procesamiento o preparación, distinguiéndose de los azúcares naturalmente presentes en alimentos como las frutas y los lácteos.

Las principales fuentes de azúcar añadida en la dieta incluyen bebidas azucaradas, bollería, postres, cereales de desayuno, y muchos productos procesados o ultraprocesados. A menudo, se encuentra en los alimentos bajo varios nombres, como sacarosa, fructosa, glucosa, dextrosa, jarabe de maíz de alta fructosa, o miel, entre otros.

Organizaciones de salud a nivel mundial, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomiendan limitar el consumo de azúcares añadidos. La OMS aconseja que estos azúcares representen menos del 10% del total de la ingesta energética diaria.

El consumo excesivo de azúcar añadida se asocia con un aumento del riesgo de padecer diversas enfermedades, incluyendo obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y caries dental, entre otras. También puede contribuir a la inflamación en el cuerpo y afectar negativamente la salud metabólica.