El periodista Carlos Loret de Mola ha dado a conocer, en una serie de reportajes que ha revelado, la manera en la que los hijos del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han tejido una red de tráfico de influencias y corrupción, con la que se han beneficiado personas cercanas a ellos, por ejemplo, su íntimo amigo Almícar Olán.
Este miércoles, en su columna Historias de reportero, titulada En el gabinete se quejan de los hijos de AMLO, Loret de Mola habla sobre el caso, y sobre como, en el gabinete del presidente López Obrador, se quejaron de los hijos mayores del mandatario.
En ella, detalla que fuentes de Palacio Nacional le relataron que el Presidente había superado los límites del descaro con el involucramiento de sus hijos en el gobierno. Y es que, mientras en su conferencia de prensa mañanera, AMLO ha dicho que sus hijos no tienen nada que ver en su gobierno, tanto Andrés “Andy”, como Gonzalo “Bobby” López Beltrán participaban en las reuniones del gabinete.
Según el periodista, los hijos de López Obrador se sentaban en la mesa de las reuniones, como si fueran secretarios de Estado. Incluso, asegura Loret, tomaban la palabra para opinar sobre los temas, lo que incomodaba a varios altos funcionarios que se quejaban de la manera en que los hijos incidían en su papá y, posteriormente, se comunicaban con ellos para promover que les dieran contratos a sus recomendados.
Pero, luego de que se revelaran los reportajes de Loret de Mola, llamados El Clan, y quedó evidenciado el tráfico de influencias de los herederos, esa participación disminuyó notablemente.
En su columna, recuerda que El Clan ha amasado una gran fortuna con contratos con el gobierno federal y sus obras insignia. Un contrato de suministro de medicinas con un solo gobierno estatal de Morena, el de Quintana Roo, les dejó más de 200 millones de pesos. Por su parte, en el Tren Maya, el negocio de proveer y transportar la piedra balasto que se usa en todas las vías les significa 2 mil millones de pesos, y en la Refinería de Dos Bocas, recibieron contratos por 30 mil millones de pesos.
Asegura que El Clan es una “bola de nieve de corrupción y tráfico de influencias, orquestada por los hijos de López Obrador (Andy y Bobby), en la que sus íntimos amigos (Amílcar Olán) son los que reciben los contratos y todo cuenta con el aval del Presidente de México”.
La Megafarmacia, dice, costó casi 3 mil millones de pesos, y solo surte cinco recetas al día, “pero El Clan hace negocio con las medicinas”. El Tren Maya costó el triple de lo que se prometió, no funciona bien y hubo una “jugosa tajada” para El Clan. La refinería de Dos Bocas salió el triple de cara, y señala, todavía no refina, pero “hubo una jugosa tajada para El Clan”.