¿Quién mató a Luis Donaldo Colosio? Éstas han sido las principales líneas de investigación a lo largo de los años

A casi 30 años del magnicidio, su hijo Luis Donaldo Colosio Rojas pidió a AMLO indultar al asesino confeso de su padre

La FGR dio nuevos datos sobre el caso y reveló que hubo un segundo tirador, cercano a Genaro García Luna. Foto: Facebook/Fundación Colosio

El 23 de marzo de 1994 fue asesinado en la colonia Lomas Taurinas de Tijuana el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta. En el sitio fue detenido Mario Aburto Martínez, quien confesó el crimen y fue condenado a más de 40 años de prisión por el magnicidio que cimbró a México y el mundo.

Está por cumplirse la sentencia del asesino confeso de Colosio, tras recibir un amparo que redujo su sentencia, pero ahora el caso ha dado un giro dramático por dos razones: la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer este 29 de enero que en el crimen estuvo involucrado un segundo tirador llamado Jorge Antonio “S”, quien era agente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y cercano al exdirector del organismo, Genaro García Luna, hoy preso en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.

Y la segunda, pero no menos importante, es que Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey e hijo del candidato, le pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador que le otorgue el indulto a Aburto Martínez para que su familia pueda seguir sanando; sin embargo, el mandatario le contestó que no lo hará, pues se trata de un asunto de Estado que tiene que seguir siendo investigado para que no quede impune, “no debemos decir ‘ya vamos a darle vuelta a la hoja’”, declaró AMLO.

AMLO rechazó otorgar el indulto a Mario Aburto, asesino confeso de Luis Donaldo Colosio. Foto: Gobierno de México

Las líneas de investigación del caso Colosio

Por tres décadas la versión oficial del homicidio de Colosio fue la del asesino solitario que, harto del PRI, atacó al político aprovechando la multitud. Sin embargo, las revelaciones de la FGR traen ahora a colación que ésta no fue la única línea de investigación que se abrió en el 94, pues de hecho la entonces Procuraduría General de la República (PGR, hoy Fiscalía) indagó más de una veintena de posibles móviles por los cuales habrían terminado con la vida del eventual ganador de la elección presidencial del 94.

Fueron cuatro fiscales los que llevaron el caso al inicio y de ellos emanaron diversas líneas de investigación, de las cuales las más relevantes fueron la del tirador solitario, el complot contra el candidato, la ruptura con el PRI y hasta el crimen organizado.

La primera fue la oficial hasta ahora. Mario Aburto había logrado esquivar al Estado Mayor Presidencial (EMP) para atacar al político priista entre la gente. Sonaba la canción ‘La Culebra’ de Banda Machos cuando los disparos se enclavaron en Colosio Murrieta. Aunque el hombre fue detenido ahí y la víctima llevada a un hospital local, nada se pudo hacer para salvarlo. Incluso, se dijo que entre su captura y su presentación a los medios, solo habían remplazado por otro hombre.

La versión de que Aburto tenía cómplices también fue investigada en su momento, primero se dijo que cuatro y después que sólo había sido uno. Incluso detuvieron a un presunto cómplice, Othón Cortés, quien era ayudante de logística del PRI y a quien torturaron para que confesara su participación en el crimen. La extinta PGR también detuvo a integrantes del equipo de seguridad del candidato y al general del EMP que lo cuidaba, pero salieron libres tras no acreditar su responsabilidad.

Mario Aburto confesó el crimen, pero se investigó mucho si había actuado sólo o con cómplices, y si fue por decisión propia o por una orden. Foto: X/@venceslav

El 6 de marzo del 94, Luis Donaldo Colosio emitió un poderoso mensaje en el Monumento a la Revolución que habría dejado al descubierto las omisiones e injusticias cometidas por los presidentes emanados de su partido en contra de los mexicanos. “Veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”, enunció el candidato, logrando captar la atención de aquellos de clase media afectados por los anteriores gobiernos cuyas políticas tenían tendencia a la privatización antes que a la nacionalización.

Se dice que a Carlos Salinas de Gortari no le había gustado el discurso, pues parecía indicador de que su candidato y eventual sucesor no seguiría su agenda, por ello habría dado la orden de quitarlo de la contienda para poner a alguien que perpetuara su mandato, Ernesto Zedillo Ponce de León, quien coordinaba la campaña de Colosio. También se dijo que podría haber estado detrás Manuel Camacho Solís, entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, quien no había visto con buenos ojos la candidatura de Colosio pues pensó que él sería el indicado debido a su cercanía con el expresidente Salinas de Gortari.

La hipótesis de que el crimen organizado estaba detrás del asesinato de Colosio era otra de las líneas de investigación de la PGR, ya que durante su discurso en el Monumento a la Revolución dijo que no permitiría ni la corrupción ni el influyentismo, lo cual ponía en riesgo a los potentados que permitían el tráfico de droga. Según la procuraduría, los cárteles dominantes en los 90, el de Sinaloa y el de los Arellano Félix (en Tijuana) se habrían sentido amenazados y por ello habrían ordenado terminar con la vida del candidato.

En total fueron 24 líneas de investigación pero la realidad es que la historia del asesino solitario motivado por el hartazgo de los gobiernos priistas sigue despertando dudas. Esa versión oficial fue la que hizo que el caso cerrara en el año 2000, pero en 2022, la FGR lo reabrió ya que necesitaba indagar si durante el proceso penal de Mario Aburto se habían cometido violaciones a sus derechos humanos para que confesara.

Tras el asesinato de Colosio, su coordinador de campaña, Ernesto Zedillo fue el candidato del PRI y sucesor de Carlos Salinas de Gortari. Foto: X/@ElTuerkaas