A una semana del plantón en la Secretaría de Educación Pública (SEP), maestros de la Ciudad de México adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) alistan una marcha y un paro de labores para este viernes 26 de enero; a la par, hicieron pública una carta que enviaron al presidente Andrés Manuel López Obrador el motivo de sus movilizaciones y la petición para que atienda sus demandas cuanto antes.
El documento, firmado por los dirigentes de las secciones 9, 10 y 11, que son las que pertenecen a la Ciudad de México, señala que la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, no los ha atendido pese a que ha habido tres reuniones previas con funcionarios de su dependencia con quienes han hablado sobre el aumento salarial que exigen y otros pendientes, tales como la basificación de docentes y la derogación de la Ley del ISSSTE que ya no les permite jubilarse con el régimen solidario sino con la pensión ahorrada por el profesor, la cual además es administrada por bancos.
Y es que vale recordar que el pasado 15 de mayo, en el marco del Día del Maestro, el presidente López Obrador emitió un decreto por el que los trabajadores de la educación no podrían ganar menos de 16 mil pesos al mes, pues históricamente ha sido un sector cuyos derechos no han sido respetados ni su labor lo suficientemente reconocida por los gobiernos anteriores. Sin embargo, a casi un año del anuncio, éste sigue sin hacerse efectivo.
En manifestaciones anteriores, los maestros de la CNTE no han acusado directamente al mandatario de ser quien frene el aumento salarial, sino a los mandos medios de la Secretaría de Educación Pública a cargo de Leticia Ramírez Amaya, quien ha cancelado las reuniones que prometió luego de las protestas del 5, 7 y 13 de diciembre del 2023 y la más reciente, la del 17 de enero en instalaciones de la dependencia y en Palacio Nacional.
“Los trabajadores de la educación de la Ciudad de México somos del grupo que recibimos el sueldo base y las prestaciones más bajas de todo el país. Somos los únicos que estamos descentralizados y dependemos directamente del gobierno federal. Seguramente es de su conocimiento que todos los docentes (la gran mayoría jóvenes), que trabajan una sola plaza de jornada regular básica de la Ciudad de México, reciben un salario neto equivalente a 12 mil 312.62 pesos mensuales.
Por lo que la gran mayoría de las y los maestros y personal de apoyo y asistencia a la educación en la Ciudad de México, tenemos una percepción menor a los 16 mil pesos mensuales”, se puede leer dentro de las exigencias plasmadas en la carta enviada a AMLO, la cual fue recibida el pasado 24 de enero por Gabriela Romero Martínez, quien es directora General de Atención Ciudadana de Presidencia de la República.
Lo que se sabe sobre la marcha y el paro de labores
Los maestros disidentes habían amagado con irse a paro de labores este viernes 26 de enero si la Secretaría de Educación Pública no accedía a reiniciar las mesas de diálogo pausadas desde diciembre del año pasado. El pasado jueves 18, protestaron en las oficinas centrales de la dependencia así como en Palacio Nacional, sin obtener los resultados esperados.
Por ello comenzó la organización del paro de labores aunque, también habrá una movilización en la Ciudad de México, la cual iniciará a las 08:30 horas del viernes 26 en el Antimonumento a los 43 normalistas, el cual está ubicado en el cruce de Paseo de la Reforma y Plaza de la República; de ahí avanzarán hacia la SEP, ubicada en Brasil 31 colonia Centro y posteriormente se instalarán frente a Palacio, en espera de que el propio presidente les atienda.
El paro de labores de este viernes no afectará a los estudiantes ya que se suspenderán las clases con motivo de la primera reunión de Consejo Técnico Escolar (CTE) de este 2024; a diferencia de paro del 5 de diciembre del año pasado, cuando se ausentaron los maestros de más de 300 escuelas de nivel básico de la Ciudad de México, dejando sin clases a más de medio millón de escolares.
“El magisterio siempre ha estado al lado del pueblo en la lucha por lograr libertad, justicia y democracia (...) Nuestra lucha da cuenta de que las maestras, maestros, y personal de apoyo y asistencia a la educación de la CNTE nunca hemos estado ni estaremos en alianza con la ultraderecha, la derecha y en general con los sectores reaccionarios y conservadores de este país…
Durante las elecciones de 2018, la gran mayoría de los trabajadores de la educación votaron en contra del régimen prianista que dominó durante largo tiempo. Nosotros no cambiamos de cara según el gobierno en turno, como sí lo hace el bloque del charrismo sindical, cuya cúpula mantiene secuestrado a nuestro sindicato: el SNTE. Seguiremos en la lucha por la democratización”, advirtieron los docentes de cara al paro de labores.