El hígado graso es una enfermedad cada vez más común consecuencia de los malos hábitos alimenticios que solemos tener, debido a una dieta alta en grasas saturadas y azúcar.
Si bien esta enfermedad antes solía estar asociada al consumo de alcohol ahora es cada vez más común la presencia del llamado hígado graso no alcohólico, es decir, aquel que deriva de malos hábitos de alimentación.
Y es que la enfermedad por hígado graso es una afección caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en las células hepáticas, de la cual existen dos tipos diferentes según su origen, entre las que se encuentran las siguientes:
Enfermedad hepática grasa no alcohólica (EHGNA): Esta forma ocurre en personas que consumen poco o nada de alcohol y se asocia con factores de riesgo como obesidad, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica, una condición más grave que incluye inflamación y daño hepático.
Enfermedad hepática grasa alcohólica (EHGA): Se desarrolla como resultado del consumo excesivo de alcohol. La grasa se deposita en el hígado debido a la alteración del metabolismo de los lípidos causada por el alcohol. Puede evolucionar a hepatitis alcohólica y cirrosis si el consumo de alcohol continúa.
Si bien algunas de las indicaciones para las personas con hígado graso son mejorar su alimentación, evitar en consumo de grasa y azúcar, realizar actividad física, entre otros, como en toda enfermedad existen alimentos que tienen efectos más positivos que otros.
En el caso del hígado graso son muy recomendados aquellos que aporten vitamina C y aquellos con propiedades antiinflamatorias como es el caso de los ingredientes de este jugo: la naranja y el jengibre.
En este sentido, los cítricos como la naranja son alimentos ricos en vitamina C pero también en pectina y juntos, ambos compuestos, funcionan de excelente manera para eliminar las grasas y toxinas del cuerpo al generar una limpieza profunda del hígado.
Además, esta vitamina también tiene efectos antiinflamatorios que ayudarán a reducir la inflamación causada por la enfermedad.
En este sentido, este efecto también será reforzado por el jengibre, el cual es incluso un antiinflamatorio más potente que la vitamina C, razón por la cual es el otro ingrediente clave del jugo que te recomendamos.
¿Cómo preparar el jugo de naranja y jengibre para combatir el hígado graso?
He aquí el procedimiento para elaborar esta deliciosa y nutritiva bebida.
Ingredientes:
-Jugo de una naranja
-un trozo de jengibre
Cabe mencionar que si lo deseas puedes añadir el jugo de uno o dos limones para aumentar la vitamina C, además, también puedes añadir zanahoria, la cual también es buena para el hígado debido a su carotenos.
Si bien la naranja y los limones pueden añadir solo el jugo, te recomendamos que en caso de usarla añadas la zanahoria entera ya que su fibra también es saludable.
Modo de preparación:
- Añade todos los ingredientes a la licuadora o extractor
- Mézclalos y si es necesario agrega 1/2 vaso de agua en caso de que quede muy espeso.
- Ingiere la bebida recién preparada cuando sus nutrientes están mas concentrados, de preferencia en ayunas para absorberlos mejor.
Si padeces de hígado graso puedes consumir este jugo diariamente durante una semana, luego dejar descasar al organismo y posteriormente tomarlo tres veces por semana hasta que tus estudios salgan con menos grasa.
Cabe mencionar que como en todos los casos no se trata de una bebida milagrosa y que debe estar acompañada de un cambio de hábitos.
Este jugo también puede consumirse cuando hayas comido alimentos muy grasosos o ingerido mucho alcohol para ayudar al hígado de desintoxicarse.