Quién es el dios maya conocido como “el apestoso” cuyo cuerpo se encontraba en permanente estado de putrefacción

A pesar de ser sumamente temida, se trata de una de las deidades mayas de mayor importancia en la escala de sus dioses

Este dios siempre contaba con un pedernal que usaba para realizar sus sacrificios y matanzas (Especial)

Una de las culturas más sorprendentes de todos los tiempos, no sólo de México sino del mundo entero, es la civilización maya, debido a que son reconocidos por si gran inteligencia, la cual le valió ser un pueblo con gran conocimiento científico y una rica cosmovisión de la vida.

Al igual que los aztecas, este pueblo que se extendió por el territorio sur del país y hasta algunos puntos de Centroamérica, también era politeísta, es decir que creían y adoraban, o temían, a una gran cantidad de diferentes dioses.

Si bien algunos eran relacionados con cuestiones cotidianas como la lluvia, la guerra, el maíz, el fuego o el amor, había otros asociados a cuestiones más complejas como son la vida y la muerte.

Y es justamente uno de esos dioses, uno especialmente peculiar, sobre el que queremos contarte el día de hoy, pues se trata de un dios al que los mayas temían en gran medida.

Nos referimos a Ah Puch ( “el desencarnado”), quién también suele ser conocido como Yum-Kimil (kimi-muerte), Cimil (”señor de la muerte”) e incluso como Kizin, palabra que al español se traduce como “el apestoso” y se trata nada más y nada menos que del dios de inframundo, gran rey de Xibalbá.

Este dios de cuerpo en degradación y olor pestilente era temido por los mayas (INAH)

El temible dios de aliento nauseabundo

Si bien existen varios dioses que habitan en este lugar, Kizin fue considerado como el dios dominante y con más poder dentro de este plano de la existencia y fue considerado por los mayas como un dios malvado y temible.

Como sabemos, Xibalbá era el nombre que los mayas daban al inframundo, ese lugar oscuro y lúgubre a donde iban las almas al morir y que era la morada de todo tipo de deidades y personajes horripilantes, como es el caso de Ah Puch.

Y es que como bien mencionamos en el título de esta nota, el sobrenombre del apestoso no era de manera gratuita, pues alcazaba a describir apenas, una de sus más desagradables rasgos particulares, a saber, el hecho de que el cuerpo de este temible dios se caracterizaba por estar en permanente estado de putrefacción; sin duda, alguien con quien no nos gustaría toparnos en ningún momento.

El Xibalbá era el inframundo maya a donde iban las almas al morir (Especial)

Descrito como un cadáver andante en textos que narran la mitología del inframundo maya, este dios que era más bien un esqueleto con pedazos de carne colgante, solía ser representado rostro de calavera y mezcla de jaguar o búho, que portaba dos campanas en la cabeza y siempre era acompañado de un pero, un ave moán o una lechuza, animales considerados de mal agüero, que anuncian la muerte.

Además, los jeroglíficos que lo plasman representan su cuerpo donde se aprecian claramente sus costillas desnudas y las vertebras sobresalientes de su columna vertebral.

Por su parte, en algunas grafías también se pueden apreciar manchas negras esparcidas a lo largo de su cuerpo, las cuales eran la forma en que los mayas representaban los pedazos de carne en estado de descomposición que cubrían su huesudo cuerpo.

Aquí dos ilustraciones gráficas del dios de la muerte maya (Especial)

En este sentido, además de su temible aspecto, parecía haberse ganado a pulso su sobrenombre de “el apestoso” ya que de sus fosas nasales salían un olor nauseabundo e insoportable. Incluso, algunas aldeas mayas también solían llamarlo “el dios de la flatulencia” debido a su repugnante olor.

De acuerdo con la cosmovisión maya, este dios era el encargado de trasladar al inframundo a las personas que padecían enfermedades, quienes, de acuerdo con las leyendas, no morían en la tierra sino que eran trasladados a ese mundo subterráneo y una vez ahí eran asesinados por Ah Puch.

Se sabe que se trata de uno de los dioses más importantes de la mitología maya, debido a que es mencionado en numerosos códices, donde incluso se coloca en una cuarta posición entre las deidades más importantes de todo el mundo maya.

Las manchas negras con las que se suele representar a este dios evocan la putrefacción de su cuerpo (Especial)

Quizá, a los niños mayas no se les amenaza con el coco sino que con que Kizin, el apestoso, vendrá por ellos sino se portan bien, algo que sin duda despertaría el miedo de cualquiera. Lo que sí se sabe es que en la actual zona maya Kizin es el nombre que le dan a su imagen del diablo o del demonio.