Sin ‘guerra contra el narco’, pero agresiones a militares crecen 60 % en era AMLO

La política de “abrazos, no balazos” no frenó las agresiones de militares en la administración de AMLO; desde el inicio de su gestión suman 137 efectivos abatidos en enfrentamientos contra el narco

Foto: Sedena

La frase “abrazos, no balazos” del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no ha llegado al crimen organizado, quienes cerraron el año 2023 cómo el más violento por el número de ataques registrados contra militares en todo el territorio nacional.

Si bien la administración del mandatario nacional aún no alcanza las cifras registradas en los años más violentos de los expresidentes Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, sí se ha mantenido una tendencia al alza desde que tomó el poder en 2018.

Documentos oficiales dan cuenta de 291 ataques contra integrantes de las Fuerzas Armadas durante el año 2019, el primero que gobernó AMLO por completo; sin embargo, 12 meses después las agresiones llegaron hasta 369; para 2021 continuaron creciendo y llegaron a 446; mientras que en 2022 lograron disminuir un poco (409); pero el año pasado volvieron a subir a 486.

En la comparativa de toda la administración de AMLO, las agresiones a militares concentran un incremento del 59.8 por ciento; por si fuera poco, en los primeros días de 2024 ya se tienen documentados 20 ataques de grupos criminales contra integrantes de las Fuerzas Armadas con un saldo de 15 militares heridos y cuatro fallecidos.

Ataques a militares bajo la administración de AMLO

A la baja índices de letalidad con AMLO

Información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) da cuenta de menos agresiones y bajas por enfrentamientos entre militares y grupos criminales durante la actual administración federal.

Bajo la “guerra contra el narco” de Felipe Calderón se documentó el mayor número de agresiones contra las Fuerzas Armadas: mil 76 casos se registraron en el año 2011, el más violento del segundo sexenio panista; mientras que en 2013 -el peor año para los militares con Peña Nieto- la cifra alcanzó los 520 ataques.

Respecto a las bajas por muerte en enfrentamientos, AMLO reconoció que 135 elementos de la Sedena han muerto durante su sexenio, 27 cada año, lo que representa un 30.8 por ciento menos que en el último sexenio priista (185) y cerca de 60 por ciento menos que con Calderón Hinojosa (357).

Los estados que concentran el mayor número de militares caídos en cumplimiento de su deber son: Tamaulipas (31), Sinaloa (17), Durango (11) y Michoacán (10), sobresalen estas regiones por la fuerte presencia de los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG) y del Golfo.

La región bajo asedio del narcotráfico se ha visto envuelta en varios ataques de grupos criminales contra pobladores de Texcaltitlán Crédito: @amarilloalarcon

AMLO vence índices de letalidad de Calderón

En el comparativo de los índices de letalidad, civiles fallecidos, civiles heridos y detenidos y agresiones a las Fuerzas Armadas, el presidente López Obrador afirmó que su política de “abrazos, no balazos” está dando resultado.

Según una gráfica con datos de la Sedena, mientras que en el sexenio de Felipe Calderón se contabilizaron mil 412 civiles fallecidos en su pico más alto, en la era de AMLO esa cúspide contabilizó sólo 298 casos; mientras que en materia de civiles heridos y detenidos pasaron de mil 127 a 584 entre el panista y el líder de la 4T.

Como resultado de la gráfica se da cuenta de un índice de letalidad de -278 en el mejor momento para las Fuerzas Armadas de Felipe Calderón y de -341 con AMLO.

Justo en el contexto de las cifras reveladas en la conferencia mañanera del Presidente, se difundió un video de integrantes de la Sedena enfrentándose a pobladores de Chiapas que no querían dejarlos ingresar al estado para hacer frente a las células del Cártel de Sinaloa y CJNG que llevan meses instalándose en la región y generando una ola de violencia que ha dejado miles de desplazados y decenas de muertos y desaparecidos.

“Que me grabas cobarde, te tengo ubicado cabrón”, le grita el comandante a un poblador mientras los demás le piden que no entren a Chiapas para que no se genere más violencia.