A través de un comunicado, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FJGEM) confirmó la identidad de las siete personas localizadas con vida en el municipio de Zinacantepec que habían sido reportadas como desaparecidas tras el enfrentamiento entre pobladores y sicarios de La Familia Michoacana en Texcaltitlán.
Según el reporte oficial de la corporación, se trata de un núcleo familiar compuesto por tres mujeres y cuatro menores de edad, quienes responden a los nombres de: Keyli Huicochea Trinidad (un año de edad), Dilan Tadeo Huicochea Trinidad (4 años), Lucero Huicochea Esquivel (13 años), Edwin Huicochea Esquivel (14 años), Ana Teresa Huicochea Esquivel (19 años), Guadalupe Trinidad Rojas (23 años) y Norma Esquivel Ortiz (36 años).
Este grupo, cuya desaparición se reportó desde el 8 de diciembre de 2023, fue ubicado por la Fiscalía y la Policía Municipal de Zinacantepec. A través de una llamada anónima, tuvieron noticia de que se encontraban en los alrededores de una capilla de la comunidad de Raíces.
Tras su hallazgo, la familia fue trasladada a las instalaciones de la dependencia estatal para que se les practicaran inspecciones médicas iniciales. Como resultado de las mismas, se dio a conocer que se encuentran “en aparente buen estado de salud”. Posteriormente, se solicitó la presencia de familiares para que confirmaran la identidad de las víctimas.
En tanto, las autoridades locales mantienen acciones de búsqueda e investigación para dar con el paradero de las siete personas que se mantienen en calidad de desaparecidas, identificadas como:
- Joel Huicochea Arce (33 años)
- Trinidad Huicochea Salcedo (67 años)
- Javier Balbuena Albarrán (23 años)
- Germán García González (25 años)
- Pablo Esquivel Salcedo (42 años)
- Urbano Alejandro Ramírez Mercado (49 años)
- Rodrigo Calixto Ramírez (64 años)
Al respecto, la FGJEM reiteró la recompensa de 500 mil pesos a quien proporcione información que permita la localización de las personas que fueron vistas por última vez el 8 de diciembre en territorios aledaños a Texcapilla, donde ocurrió el enfrentamiento.
Las constantes amenazas y extorsiones que La Familia Michoacana perpetró contra la población fueron lo que detonó el hartazgo de los locales y la decisión de armarse para hacerles frente.
Incluso se presume, de manera extraoficial, que esto habría sido lo que derivó en el incendio a una cabaña en Texcaltitlán que la célula de ‘El Payaso’ —abatido el 8 de diciembre— usaba como centro nocturno y base de halconeo.