El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la institución encargada de resguardar la salud de los trabajadores. También gestiona el futuro de los mexicanos con las pensiones que calculan a través de las semanas que una persona laboró durante su vida. Sin embargo, hay casos en los que algunos trámites para las personas de la tercera edad son denegados.
El IMSS puede emitir una negativa de pensión a los trabajadores que, al solicitar este derecho, incumplen con los requisitos exigidos por el régimen de cotización iniciado. Los asegurados bajo el régimen de 1973, que empezaron a laborar antes del 1 de julio de 1997, requieren de un mínimo de 500 semanas cotizadas. La edad necesaria para comenzar con este trámite es 65 años al momento de presentar la solicitud.
Por otro lado, aquellos del régimen de 1997 necesitan al menos 775 semanas cotizadas para el año 2022, cifra que aumentará progresivamente hasta llegar a mil en 2031. La obtención del ahorro acumulado en caso de negativa se realiza a través de la Administradora de Fondos para el Retiro (Afore) correspondiente.
Documentación necesaria para tramitar una negativa de pensión
En caso de recibir una negativa de pensión, es imprescindible reunir la documentación requerida para hacer valer los derechos del trabajador. Esta incluye identificación oficial, acta de nacimiento y el aviso generado en Mi Pensión Digital. Con estos documentos, el procedimiento culmina en la Afore para el retiro del ahorro, siempre bajo la condición de haber recibido asesoramiento previo y no haber accedido a algún convenio que impida ejercer otras opciones legales.
Para los inscritos en el régimen de 1973, la pensión se calcula con base en el salario registrado y el promedio de ingresos de los últimos cinco años de trabajo. Si no se reúnen las 500 semanas necesarias, el IMSS facilitará un documento para que el trabajador pueda acceder a su ahorro acumulado mediante su Afore.
En contraste, los del régimen de 1997 manejan su ahorro para el retiro e implican requisitos distintos. No cumplir con las semanas requeridas permite el retiro del monto total acumulado en la cuenta individual. Ante una negativa, lo adecuado es no aceptar acuerdos precipitados y buscar asesoramiento especializado para evaluar alternativas y, si fuera el caso, iniciar el proceso estipulado en la Unidad de Medicina Familiar (UMF) o la subdelegación que corresponda, con la documentación necesaria para la obtención de la resolución negativa y proceder con el retiro de los fondos.