La historia de México, particularmente la prehispánica, está llena de múltiples civilizaciones con sus respectivas diferencias entre sí; algunas desaparecieron antes de que llegaran los españoles y unas más se fueron fusionando entre sí para dar lugar a nuevas culturas.
Si bien entre los nombres figuran los toltecas, mayas, zapotecos, mixtecos, tlaxcaltecas, entre otros, hay una que destaca de entre todas gracias a sus acciones en el territorio que hoy se conoce como México, además que fueron aquellos que entraron en guerra con los europeos y sus aliados mesoamericanos siendo la última resistencia de las civilizaciones precolombinas.
En efecto, se trata de los Mexicas, que desde su ciudad capital llamada Tenochtitlán lograron tener un gran control sobre el territorio que componía a Mesoamérica, que incluye países como Guatemala, Nicaragua y el Salvador, además excluye a los estados del norte de México.
Todo este sometimiento del resto de las culturas, los mexicas lo lograron gracias a que eran una sociedad bélica basada en la economía de guerra, es decir que vivían de las conquistas y de los tributos que tenían que otorgar los vencidos para no ser completamente exterminados.
Pero no todo dentro de la cultura Mexica eran conflictos armados o sangrientos como se cree, sino que también tenían una gran riqueza culinaria basado en platillos con combinaciones de ingredientes que hacían grato el olor y el sabor de los alimentos como puede ser el chocolate, el mole, pozole, carne de venado, algunos reptiles como iguana, atole, entre muchos otros.
Pero en toda buena comida siempre falta el postre y fue así como surgió la pregunta sobre si los “antiguos mexicanos” tenían gusto por las cosas dulces como lo puede ser el bocadillo que marca el fin del consumo.
Como consecuencia surgió una de las ideas acerca de cuál podría ser el postre, sobre todo de la clase social alta, y la conclusión fue que los gobernantes enviaban personas a su cargo para que recogieran nieve y hielo de los volcanes, especialmente del Popocatépetl e Iztaccíhuatl para agregarles jarabe y jugos de frutas.
A pesar de que es una buena historia que podría indicar el origen de los helados en México. La historia oficial no hace referencia en ningún momento a que esto realmente ocurría entre la sociedad prehispánica.
Si bien fue un relato que supuestamente se pasó de generación en generación, la verdad es que los códices y textos (que cabe resaltar reinterpretaron) que escribieron los españoles nunca hacen mención a que realmente usaran nieve de los volcanes para consumir el “postre”.
Por lo tanto se puede dar por entendido que no hay forma de confirmar esto, por lo tanto, retomando textos y datos con mayor precisión histórica, se puede rastrear el origen oficial de los helados en nuestro país.
Cuál es el origen de los helados en México
La primera mención que se hizo respecto a los helados en México fue hasta 1596, alrededor de 70 años más tarde de la caída de Tenochtitlán, cuando se comenzó a registrar el impuesto a la venta de hielo y fabricación de helados, de acuerdo con el investigador Martín Gonzáles que hace alusión al tema en el libro Historia del Helado en México.