Los habitantes de la Ciudad de México fueron sorprendidos esta mañana por una impactante actividad del volcán Popocatépetl, conocido cariñosamente como “Don Goyo”.
Una fumarola imponente se elevó desde su cráter, pintando el cielo de la metrópoli con nubes que capturaron la atención de miles de personas y generaron diversas publicaciones en redes sociales.
Según el último informe del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), el Popocatépetl experimentó 35 exhalaciones y 1194 minutos de tremor en las últimas horas. Aunque el Semáforo de Alerta Volcánica se mantiene en Amarillo Fase 2, las autoridades advierten sobre la peligrosidad de acercarse al volcán.
Cenapred insiste en respetar el radio de exclusión de 12 kilómetros alrededor del cráter, ya que las explosiones pueden arrojar fragmentos incandescentes, como se ha evidenciado recientemente.
Un poco de historia y recordatorio
Desde 1991, el Popocatépetl ha experimentado un incremento en su actividad, lo que ha mantenido en alerta constante a las autoridades y la población circundante.
La conexión geográfica con el Iztaccíhuatl, a través del Paso de Cortés, añade una dimensión única a este fenómeno natural que forma parte del paisaje y la cultura mexicana.
La población se ha acostumbrado a convivir con la majestuosidad y, a veces, la furia de Don Goyo. Sin embargo, la rutina diaria se ve afectada cada vez que el volcán decide recordar su presencia de manera tan contundente como lo hizo hoy.
Las imágenes compartidas en redes sociales muestran la magnitud del evento, con la fumarola destacándose en el horizonte, recordándonos la fuerza indomable de la naturaleza.
Las autoridades también hacen hincapié en la precaución durante condiciones climáticas adversas. En caso de lluvias fuertes, se aconseja mantenerse alejado del fondo de las barrancas debido al riesgo de flujos de lodo y escombros.
Estas condiciones pueden agravar la situación, transformando la belleza natural del paisaje en un escenario potencialmente peligroso.
Aunque la actividad volcánica genera fascinación y atracción, es esencial recordar que la seguridad de la población es la prioridad. Los expertos monitorean de cerca la evolución del Popocatépetl, brindando información oportuna para garantizar la toma de decisiones adecuadas y la protección de la vida y la propiedad.
Mientras la Ciudad de México se despierta con la sorpresa visual del Popocatépetl en plena actividad, se refuerza la importancia de respetar las indicaciones de las autoridades y mantener una convivencia consciente con la presencia imponente de este coloso que, aunque forma parte del paisaje, demanda precaución y respeto.