Gonzalo López Beltrán, el tercer hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, ha articulado una red de negocios y tráfico de influencias ligadas a la construcción del Tren Maya con el que han logrado hacer miles de millones de pesos, según reveló una investigación de Latinus, del periodista Carlos Loret de Mola.
“Bobby”, como se hace llamar en sus redes sociales el hijo de AMLO, es el que menos llama la atención o el que más cuidado tiene de exponerse a la vida pública en comparación con sus hermanos, Andy y José Ramón López Beltrán. Este perfil “desinteresado” en la política y en lo que pasa en el gobierno de su padre le habrían ayudado a construir su jugoso negocio.
Y es que de acuerdo con la investigación realizada por Mario Gutiérrez Vega, “Bobby” fungió como intermediario en los negocios del Tren Maya, convirtiéndose en el “coyote” de una de las obras clave del gobierno de su padre, López Obrador.
El amigo de la familia
Gonzalo López habría repartido contratos; decidió cómo, cuándo, dónde, y sentó a uno de sus íntimos amigos a la mesa de los grandes constructores. Ese amigo es Amílcar Olán, un joven tabasqueño al que convirtieron al vapor en un joven empresario y millonario, a quienes le asignaron importantes contratos.
Cabe apuntar que Amílcar Olán es la misma persona de la que el pasado 6 de diciembre Latinus reveló que Andy López Beltrán orquestó una red de influencias para ganar millones de la venta de medicamentos con ayuda del gobierno de Quintana Roo y Tabasco.
En una serie de audios revelados por Latinus se oye a Amílcar Olán refiriéndose a Gonzalo, a quien le dice cariñosamente Gonzalito y “Bobby”. En los audios Amílcar explica con lujo de detalle cómo fue que se convirtió en el principal proveedor de balasto del Tren Maya, que es la piedra triturada que va debajo de las vías del tren y que le sirve de soporte.
En sus conversaciones, Amílcar Olán confiesa que en sólo seis meses logró utilidades por 250 millones de pesos. Su negocio funciona con una red de empresas prestanombres para el transporte y la producción de la piedra.
Según el Gobierno Federal, para los siete tramos del tren maya se ocuparían 5 millones de metros cúbicos de balasto, por los que presuntamente obtuvo 193 millones de pesos.
El verdadero negocio
Sin embargo, el triturar y vender la piedra no es el centro del negocio, sino el transportarla.
“Tú ponte pilas con el put* flete que ahí es donde está la lana. Yo no lo suelto porque el negocio es el flete obviamente. Yo no estoy soltando un metro de piedra si no lo fleteo yo”, presuntamente se le oye decir a Olán en uno de los audios presentados por el medio antes citado.
Esa sería el jugoso negocio, pues de acuerdo con un tabulador de precios que Grupo Minero Alicante envió al Ejército, detalla que por llevar 500 mil metros cúbicos a Cancún por camiones de 50 metros cúbicos cobraría 2 mil millones de pesos.
En otra conversación presentada, Olán afirma que, con orden directa de Presidencia, se le pidió surtir de balasto para terminar un tramo de la obra: “Pero ahorita ya me dieron 500 mil metros cúbicos más y es una locura. La verdad que fue un contrato muy grande; me fue muy bien, que me deben ya la utilidad, pero bueno, en seis meses me metí 250 millones de utilidad”, se le oye confesar.
Los documentos y los audios fueron presentados en el noticiero Loret en Latinus emitido este martes 10 de enero, como parte de la investigación “El Clan” que ha desmenuzado los negocios millonarios que han hecho los hijos del presidente mexicano.