En México la biznaga se utiliza para producir acitrón, un dulce tradicional cristalizado que se puede comer directamente o bien, puede ser empleado en platillos típicos como los chiles en nogada, la rosca de Reyes y el relleno del pavo de navidad, razón por la que esta cactácea ha sufrido una depredación intensa y ahora se encuentra en peligro de extinción.
Distinguirse como un elemento de la gastronomía mexicana ha tenido graves consecuencias ecológicas, pues aunque se han impulsado campañas para frenar su consumo, en los últimos años su situación empeoró, debido a que también se convirtió en un elemento de ornato muy valorado en el mercado, razón por la cual el saqueo de esta especie ha aumentado.
El saqueo ilegal de esta especie se ha extendido en los estados de Puebla, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León. Por si la sustracción ilegal no fuera suficiente, su hábitat enfrenta los incendios provocados por las acciones del ser humano, por lo tanto su población quedará prácticamente extinta en poco tiempo.
Expertos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo alertaron que por el consumo masivo de la cactácea, su número ha disminuido considerablemente en el territorio nacional, incluso, hay casos en que la biznaga ya desapareció de algunas localidades en donde se tenía registro de su existencia.
México es el país con mayor diversidad de cactáceas en el mundo, al contar con 850 especies, entre ellas destaca una variedad endémica del Valle de México denominada Mammillaria san-angelensis, mejor conocida como la Biznaga de San Ángel, sin embargo, su población está prácticamente casi extinta, según la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
En ese sentido, la senadora María Merced González González, de Morena, expuso que la biznaga, no sólo es una de las plantas cactáceas más representativas de México, sino que posee una gran relevancia para el medio ambiente, pues ayuda a retener el agua de las lluvias en las zonas desérticas, frena la erosión del suelo y también alimenta a una gran variedad de insectos que a su vez ayudan a polinizar distintos tipos de flores.
A pesar de su importante valor para el equilibrio ecológico, esta especie “se encuentra en peligro de extinción debido a su depredación para usos gastronómicos u ornamentales”, advirtió la senadora de Morena.
Ante el riesgo de desaparición en que se encuentra esta planta, la legisladora presentó a la Comisión Permanente un punto de acuerdo para solicitar a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a sus homólogas estatales a que refuercen e implementen acciones para la adecuada reforestación de la biznaga en todo el país.
La senadora también propuso que la Semarnat y sus símiles estatales remitan a la Comisión Permanente un informe detallado sobre las tareas de reforestación que hagan, pues los académicos también han detectado que los esfuerzos de la mencionada dependencia para preservar la especie no han sido fructíferos, ni ha ayudado para que se encuentre en la Lista de Especies en Riesgo bajo la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
“Como ambientalista y legisladora, es mi responsabilidad escuchar todas las voces, en este caso del sector académico de la máxima casa de estudios de mi natal Hidalgo, que se manifiestan alertando sobre los estragos ya advertidos si las autoridades de los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil no actuamos decidida, conjunta y responsablemente”, concluyó la senadora.
Para tratar de evitar su extinción, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México recomendó no comprar ejemplares sin antes saber de qué especie se trata, si es endémica o se encuentra en peligro de extinción y su procedencia.