Un par de días después de que se reportara el secuestro de 31 pasajeros de un autobús en Reynosa, Tamaulipas, agentes de la Guardia Nacional rescataron a un grupo de cinco migrantes que habían sido privados de su libertad en un hecho distinto.
Los resultados del operativo fueron difundidos por la Vocería de Seguridad del estado a través de sus canales oficiales. La narrativa oficial establece que durante la noche del 1 de enero, agentes de la GN ubicaron un vehículo Ford Fusion blanco en la carretera que conecta a la ciudad de Matamoros con Monterrey, Nuevo León.
Al circular sobre el kilómetro 30, en Reynosa, los tripulantes de dicho vehículo realizaron maniobras para evadir a los militares. Más adelante, dos hombres detuvieron la marcha del automóvil y huyeron a pie.
Cuando se acercaron a inspeccionar la unidad, los guardias nacionales encontraron a cinco personas de nacionalidad venezolana, entre ellas dos menores de edad, que confesaron haber sido secuestradas por los sujetos que conducían el Ford Fusion.
De acuerdo con su relato, el grupo viajaba en un autobús de la empresa Grupo Senda desde Monterrey hasta Matamoros, cuando en el kilómetro 30 de la carretera fueron interceptados por los referidos sujetos. Hasta el momento de la presente publicación, se desconoce la fecha en que estos hechos sucedieron.
El grupo fue trasladado a las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) para brindarles la atención correspondiente. Por otro lado, cuando las autoridades rastrearon la información del vehículo en la Plataforma México, se percataron de que no contaba con reporte de robo y fue puesto a disposición del Ministerio Público.
La compañía de transporte Grupo Senda es la misma a la que pertenecía la unidad que fue interceptada la noche del 30 de diciembre por un comando de sujetos armados, quienes obligaron a 31 pasajeros —en su mayoría migrantes— a bajar del autobús número 9570 y se los llevaron a un rumbo desconocido.
De la tripulación total del vehículo, dos choferes y tres pasajeros de origen mexicano fueron dejados en libertad y fueron ellos quienes reportaron el hecho a las autoridades. Ante esto, elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Guardia Estatal acudieron al lugar y escoltaron a la unidad hasta la central de Matamoros.