Cuál es el mejor jugo para bajar el colesterol y los triglicéridos

El colesterol y los triglicéridos elevados son uno de los problemas de salud que más aquejan a la población de México y del mundo y se convierten en un riesgo debido a que suele ser la principal causa de infartos pues bloquean las arterias del corazón. Es por esta razón que resulta vital mantener estables los niveles de ambos en el cuerpo humano.

Cabe mencionar que existen dos tipo de colesterol, el llamado colesterol malo y el colesterol bueno y el que se busca reducir es el primero, también llamado colesterol LDL.

Y es que la presencia del colesterol y los triglicéridos en la sangre, cuando se mantienen así por un largo periodo de tiempo, pueden llegar a formar una placa que se adhiere a la paredes de las arterias causando un endurecimiento de las mismas.

Debido a que esta placa puede acumularse en cualquier parte del cuerpo, el colesterol y los triglicéridos altos pueden causar problemas no sólo en el corazón sino también en otros órganos como el cerebro o las piernas.

Al igual que ocurre con otros padecimientos, la alimentación es clave para combatir el colesterol elevado y, además de llevar una dieta baja en grasas, los jugos pueden ser grandes aliados para reducir sus niveles, debido a que nos ayudan a concentrar los nutrientes de los alimentos.

Si bien existen una gran diversidad de jugos que prometen lograr este efecto, los mejores serán aquellos que contengan ingredientes altos en fibra, vitamina C y algunos otros antioxidantes que ayuden a reparar el daño en las arterias causado por la presencia del colesterol.

En este sentido existen dos jugos que suelen ser los más socorridos para combatir este problema de salud.

-Jugo de piña, apio y manzana verde

Acompañado de una alimentación saludable, este jugo será un gran aliado para la salud de tu corazón debido a que son excelente fuente de fibra, vitamina C y antioxidantes, pero además, contienen otros nutrientes que los hacen perfectos para combatir el colesterol.

Por un lado, la piña aporta un tipo especial de fibra conocido como pectina, la cual se une a los ácidos biliares y de esta manera disminuye el colesterol además de impedir la absorción de la grasa. Gracias a esta fibra se puede lograr hasta un 7 % de reducción del colesterol total y un 10% del colesterol LDL

Por su parte, también aportan poderosos antioxidantes que impiden que las grasas se oxiden, por lo cual se evita la síntesis del colesterol a nivel hepático.

En este sentido, el apio también aporta una buena cantidad y calidad de fibra que favorece a la disminución del colesterol. Debido a que este ingrediente contiene de los dos tipos de fibra que existen (soluble e insoluble), logra combatir el colesterol de dos maneras: atrapando y absorbiendo las grasas así como acelerando su proceso de eliminación.

Además, en este jugo el apio también aportará una sustancia conocida como apiol, la cual es encargada de producir una reacción vasodilatadora, favoreciendo así la circulación sanguínea.

-Jugo de betabel, zanahoria, naranja

Al igual que en el jugo anterior estos alimentos son ricos en fibra y vitamina C; sin embargo, también contienen otros ingredientes que combaten el colesterol y los triglicéridos de otras maneras.

Por ejemplo, el betabel es fuente de niacina, un tipo de vitamina B3 que se ha comprobado que reduce los niveles de triglicéridos y de colesterol LDL pero que, además, aumenta los niveles de colesterol HDL, el cuál también es vital para reducir el colesterol malo.

Por su parte, este ingrediente también contiene folato o ácido fólico el cual no solo es vital para la salud en el embarazo sino que también elemento importante en la reducción del colesterol LDL y el aumento del HDL.

En el caso de la zanahoria, su alto contenido de vitamina A brinda protección a las paredes celulares lo cual repara el daño causado por el colesterol. Por último, la naranja aportará la dosis de vitamina C que el cuerpo necesita para combatir los radicales libres.

Por último, cabe mencionar que el colesterol y los triglicéridos son padecimientos considerados silenciosos por lo que no presentan síntomas. Para saber si lo padecemos es necesario realizarse estudios de laboratorio por lo que se recomienda realizarlos de manera periódica en promedio cada 6 meses o máximo cada año para prevenir complicaciones.