A lo largo de su trayectoria delictiva, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue capturado en tres ocasiones y protagonizó dos fugas de prisión. 1993, 2014 y 2016 fueron los años en que el exlíder del Cártel de Sinaloa fue detenido. Su primer arresto fue en Guatemala y los otros dos en territorio sinaloense.
Sus capturas han sido celebradas como un duro golpe al narcotráfico en México, aunque para llevarlo ante la justicia se ejecutaron diversos operativos cuyos resultados no fueron los esperados. Y es que gracias a su poder e influencia, el capo lograba huir de las autoridades cuando lo intentaban aprehender.
En un ocasión, en los primeros años del siglo XXI —luego de que ‘El Chapo’ se fugó del penal de Puente Grande en 2001—, policías federales intentaron detener a Guzmán Loera y a uno de sus socios más cercanos: Ismael ‘El Mayo’ Zambada, líder del Cártel de Sinaloa que nunca ha estado tras las rejas.
Las acciones para capturar a los dos narcotraficantes se realizaron en el municipio de Culiacán, el principal bastión del Cártel de Sinaloa, el 14 de junio de 2002, según indica el autor Malcolm Beith en su libro El último narco: su captura.
El periodista independiente señala que los uniformados se trasladaron al fraccionamiento de Las Quintas, donde supuestamente se encontraban los líderes del Cártel de Sinaloa, y revisaron un total de cuatro inmuebles. Sin embargo, en vez de localizar a los narcotraficantes, encontraron a familiares de ‘El Mayo’.
“Por delaciones, unos 200 policías federales rodearon cuatro casas en las que se pensaba se escondían el Chapo y El Mayo. Encontraron a la exesposa y la hija del Mayo, pero a nadie más”, indica Beith en el libro citado.
El autor no proporcionó el nombre de los familiares de ‘El Mayo’ que estaban en uno de los inmuebles, pero se presume que se trataba de Rosario Niebla Cardoza, con quien procreó cuatro hijas: María Teresa, Midiam Patricia, Modesta y Mónica del Rosario. Se desconoce quién de ellas se encontraba junto a su madre el día del operativo.
Aunque los resultados de estas acciones no fueron positivos, las autoridades no desistieron de su intento por capturar a Guzmán Loera. Es por ello que al cabo de dos semanas se ejecutó otro operativo para detener al capo sinaloense, pero ahora en el Estado de México.
“Menos de un mes después, el martes 2 de julio, las autoridades recibieron un informe confiable de que el Chapo estaba en Atizapán, en el Estado de México, apenas a las afueras de la capital. Allanaron el lugar; de nuevo, nada del Chapo”, expone Beith.
De acuerdo con el periodista, Guzmán Loera logró huir en repetidas ocasiones gracias a los informes de inteligencia que le eran filtrados por policías corruptos. “Podíamos tener buenos datos acerca de su paradero, pero siempre llegaban cinco minutos demasiado tarde, nunca lo alcanzaban”, dijo al respecto un agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), identificado como Chávez.
Las acciones para arrestar a ‘El Chapo’ continuaron, pero sin éxito. Así transcurrió más de una década hasta que el 22 de febrero de 2014, el narcotraficante fue detenido por segunda ocasión en Mazatlán, Sinaloa. Tras ello, fue encerrado en el penal de ‘El Altiplano’, ubicado en el Estado de México.
De ese centro penitenciario se fugó el 11 de julio de 2015 a través de un túnel. Pero en enero de 2016, Guzmán fue capturado por tercera y última vez. Actualmente purga una condena perpetua en Estados Unidos por delitos relacionados con el narcotráfico.