Estos son los síntomas de la influenza, enfermedad que hospitalizó a Silvia Pinal

La gravedad se determina de acuerdo a los problemas presentados en los pacientes. La mayoría, solo necesita descansar y mantener buenos niveles de hidratación

La influenza puede ser confundida con la gripe. La principal enfermedad que la distingue es la rapidez y agresividad con la que aparecen los síntomas. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Silvia Pinal, una de las actrices más destacadas del Cine de Oro en México, fue hospitalizada en una institución de salud privada al sur de la Ciudad de México (CDMX) durante la mañana del 27 de diciembre de 2023. Los rumores respecto a la enfermedad que padecía, fueron aclarados en un encuentro entre los medios de comunicación y Alejandra Guzmán, hija de la actriz: el diagnóstico es influenza.

Esta enfermedad suele ser confundida con la gripe o resfriado común, que presenta congestión nasal, estornudos y dolor de garganta, pero estos síntomas suelen aparecer de forma súbita y sus efectos son más severos. Esto se debe a que es ocasionada por un virus propagado de persona a persona. También se propaga con mayor facilidad durante el invierno y provoca epidemias estacionales, de acuerdo con Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

La influenza pude ser peligrosa si se recibe atención medica de forma tardía. Existen algunas complicaciones que podrían derivarse de un tratamiento interrumpido y afectan a los grupos más vulnerables, en especial, a las personas de la tercera edad con enfermedades respiratorias o alguna condición que afecte al sistema inmunológico.

¿Cuáles son los síntomas de la influenza y cómo se diagnostica?

Entre los signos más evidentes están la fiebre alta, dolores musculares, escalofríos, sudoración, tos seca persistente, debilidad y en algunos casos, especialmente en niños, vómitos y diarrea. Las autoridades sanitarias recomiendan buscar atención médica inmediata al mostrar síntomas, particularmente aquellos que pertenecen a los grupos de alto riesgo, según la Secretaría de Salud (SSA). Otros signos son:

  • Dolor de garganta
  • Secreción Nasal
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Tos persistente
Las personas con influenza que presentes labios morados y respiración agitada tendrán que consultar al médico de forma urgente. (Imagen Ilustrativa Infobae).

Durante períodos de alta incidencia de la gripe, tampoco es es necesario realizar pruebas para confirmar la infección, ya que los médicos pueden diagnosticar basándose en los síntomas. Sin embargo, para casos graves o en riesgo de complicaciones, los doctores podrían sugerir pruebas diagnósticas específicas. La reacción en cadena de la polimerasa (PCR) es una prueba cada vez más común por su alta sensibilidad, capaz de determinar la cepa específica del virus de la gripe.

También, es posible realizar pruebas combinadas para la detección simultánea de la gripe y COVID-19, enfermedades que pueden coexistir en un mismo paciente, complicando el cuadro clínico. Ambas afecciones disponen de varios protocolos de tratamiento que deben seguirse según lo indique un profesional de la salud, conforme a la información de la CDC.

Complicaciones de la influenza y grupos vulnerables

El descanso y la hidratación son importantes para una recuperación rápida. Sin embargo, hay advertencias que indica la intervención médica: respiración rápida, labios azulados, dolor en el pecho, convulsiones, opresión en las costillas y fiebre a más de 40 grados.

Entre las personas más vulnerables a la influenza están los niños. Sin embargo, cualquier persona con la enfermedad que tenga fiebre mayor a los 40 grados deberá recibir atención médica inmediata. (Getty).

Además, una nueva advertencia se ha emitido para ciertos grupos de riesgo frente a la influenza, que suele afectar principalmente la nariz, la garganta y los pulmones. A pesar de que la mayoría de los afectados se recupera sin necesidad de atención médica especializada, existen sectores de la población que enfrentan un mayor riesgo de sufrir complicaciones serias, que podrían resultar mortales.

Entre ellos se encuentran niños menores de 2 años, adultos mayores de 65, residentes de asilos o centros de larga estancia, mujeres embarazadas, personas con sistemas inmunológicos debilitados, individuos con enfermedades crónicas como asma o diabetes, y aquellos con un índice de masa corporal igual o superior a 40. Aunque la vacuna anual contra la gripe no garantiza una protección total, reduce significativamente las posibilidades de padecer las consecuencias más graves de la enfermedad.

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