Así fue el trágico final de José Elías Moreno, el primer actor que dio vida a Santa Claus en el cine mexicano

José Elías Moreno fue un actor con una prolífica trayectoria en el cine de oro. Además haber interpretado al profesor Cipriano en la película Simitrio, merecedora del premio Perla del Cantábrico; otro de sus papeles memorables fue el de Santa Claus, el largometraje del mismo nombre. Su talento era innegable incluso en en el teatro mexicano, donde consolidó una carrera de 32 años ante los escenarios como una estrella hasta que dejó de brillar tras un accidente automovilístico.

“Yo nada más escucho como cacerolas y siento como que caímos”, relató en 2021 el hijo del al programa Confesiones, uno de los últimos momentos que compartiría con su padre. La tragedia fue fatal: la esposa de Elías Moreno murió al instante y él agonizaba recostado en el volante. El viaje tenía el propósito llegar a una casa vacacional ubicada en Cuautla, en el estado de Morelos, que se convertiría en el último destino.

El mundo de la farándula en México estuvo en tensión al enterarse del accidente automovilístico. Los hijos del actor compartía la incertidumbre respecto al estado de salud del ícono que se debatió entre la vida y la muerte hasta que el 15 de julio de 1969, dejó de respirar pese al trabajo de los doctores para mitigar el daño cerebral que había sufrido tras el impacto.

Según el relato de su hijo, también llamado José Elías Moreno, el 5 de julio de ese mismo año, la familia se dirigían hacia Cuautla para disfrutar de las vacaciones en su casa de descanso. El entonces adolescente de 13 años trató de evitar el trayecto para ir con un amigo suyo a ver el partido de fútbol del club Chivas. Sin embargo, la insistencia de la familia lo convenció de realizar el viaje familiar en carretera.

A bordo de una camioneta de tres bancas, la familia, junto a una amiga cercana, se encaminaba hacia Cuautla . En el vehículo también iban los hijos de la amiga, una estampilla de los autos sardina que evocaba a a las viñetas de la entrañable ‘Familia Burrón’, como lo describió el hijo del ícono del cine de oro, quien también se convirtió en actor.

En medio de ese viaje, el joven y sus hermanas se quedaron dormidos. El sueño apacible se terminó con un estruendo, similar al sonido de cacerolas golpeando. El chico sufrió la acometida del impacto. Al salir del coche, se dio cuenta de que su brazo estaba inflamado, y pese a la confusión, decidió pedir ayuda en el kilómetro 82 en la vía México-Cuautla.

Intentó detener varios vehículos, sin éxito, pues su brazo dejó de responder: estaba fracturado, pero eso lo sabría días después del accidente. Entre el caos, la suerte mostró el rostro de una conocida del joven, quien logró auxiliarlo con ayuda de un amigo de su padre que era el Jefe Coronel de una base militar en Cuautla. En ese momento, se encontraba inconsciente,

La ambulancia llegó para trasladar primero a José Elías Moreno hacia el Hospital Civil de Cuautla. Las heridas eran de gravedad. A pesar de llegar con vida al hospital, el querido actor falleció 10 días después del trágico suceso a los 58 años. La causa de muerte fue el daño de un politraumatismo cráneo-encefálico, que causó múltiples coágulos en su cerebro. La pérdida de un ícono de la época de oro del cine mexicano dejó un vacío irreparable en la industria y en los corazones de sus seres queridos, que visitan su tumba en en el lote de actores del Panteón Jardín.

José Elías Moreno, nació el 12 de noviembre de 1910 en San Antonio, Jalisco. Su carrera inició cuando se trasladó a Ciudad de México en busca de oportunidades en la actuación. La primera vez que apareció en la pantalla grande fue en 1937, como extra en la película Nostradamus. A lo largo de su trayectoria, logró conquistar al exigente público infantil gracias a sus memorables interpretaciones en el cine, particularmente su papel de ogro en las películas de Pulgarcito.

En sus inicios, este actor se enfrentó al desafío de destacar en una industria compleja y competitiva, dando sus primeros pasos en presentaciones teatrales modestas. Su disciplina y talento lo llevaron, poco a poco, a hacerse de un nombre en el mundo del espectáculo mexicano. El reconocimiento a su trabajo no se limitó al teatro, ampliándose consideradamente tras su intervención en el cine. Este éxito fue notablemente palpable al resonar de forma especial con los niños, considerados por muchos artistas como uno de los públicos más difíciles de ganarse.

El legado de este actor se fortalece en recuerdos de personajes icónicos que resonaron con la audiencia más joven. Entre esos personajes, su rol de ogro en Pulgarcito es señalado con particular afecto, demostrando la habilidad del actor para transformarse en criaturas fantásticas que, a pesar de ser temibles, terminaron ganándose el cariño del público. Sin embargo, uno de sus papeles más queridos es el de Papá Noel en la película Santa Claus, filmada en 1959.