Arturo Beltrán Leyva, ‘El Barbas’, fue uno de los narcotraficantes más poderosos de la década de los 2000, cuando se encontraba en alianza con el Cártel de Sinaloa, pero tras el arresto de su hermano menos Alfredo, ‘El Mochomo’, la situación cambio para el capo que comenzó a ser perseguido por las autoridades.
‘El Botas blancas’ se encontraba tranquilo en su domicilio en Cuernavaca , cuando de pronto llegaron los elementos de la Marina Armada de México e ingresaron a la fuerza, por lo que no tuvo otra opción más que pelear para evitar ser aprehendido.
Tras varios minutos de enfrentamiento, los uniformados terminaron con la existencia de Arturo, lo que inspiró al grupo Calibre 50 para escribir el tema que lleva su nombre, y comienza exponiendo su tipo de personalidad.
“La decisión fue tomada y don Arturo era de palabra, iba a pelearles, estaba claro, al puro estilo Badiraguato, que se entregara, nunca hizo caso”, comienza la canción del grupo Calibre 50.
En este fragmento, se explica que el Gobierno ya tenía tiempo queriendo terminar con el Cártel de los Beltrán Leyva y al recibir información de que estaba en su departamento en Cuernavaca, donde acostumbraba ir a vacacionar de inmediato, se dieron cita en el inmueble.
“No me alcanzaron los santos, para topar a un mundo de guachos, en Cuernavaca tembló la tierra, por el que iban no era cualquiera, casi por nadie un Beltrán Leyva”, continúa el tema.
Finalizó con una frase que acostumbraba decir Arturo Beltrán Leyva, que al sentirse orgulloso de ser de Badiraguato, aseguraba que jamás se entregaría a pesar de estar rodeado y que algunos de sus sicarios ya habían sido abatidos.
“Así es la vida del hombre, cuando te envuelve la vida recia, ganas y pierdes, lo más seguro, todo es incierto, y más el futuro, eran palabras de don Arturo”, termina el tema.
‘La Barbie’ asegura que él le dijo que se entregara
En un video compartido en el canal de YouTube de La Jornada, se escucha un audio que supuestamente es de Édgar Valdez Villarreal en el que le sugiere a su jefe que mejor “se rinda” debido a que el Ejército lo superaba en armamento y una parte de sus sicarios ya habían sido abatidos.
“Antes de que se muriera me habló a mí, por teléfono... No, pues la dije yo que ‘se entregara, que pa’ que quería estar muerto’ y decía ‘que no, que no, que no se iba a entregar’... Todavía no entraban a su departamento, pero decía que estaba rodeado y que iban a pelear”, dijo ‘El Güero’ en una entrevista tras ser aprehendido en Ciudad de México.
En otra versión de la periodista Anabel Hernández, en su libro ‘Emma y las otras señoras del narco’, se argumenta que ‘La Barbie’ ni siquiera respondió los teléfonos en día de la ejecución de ‘El Botas blancas’ y cuando uno de sus sicarios le contestó a su masajista que la envió a trabajar con su jefe, tomó el celular y lo colgó.
Valdez Villarreal habría dado información sobre la ubicación del sinaloense y posteriormente lo abandonó cuando lo intentó contactar para pedirle refuerzos.