¿Se deben enjuagar los dientes después del cepillado?, esto dicen los expertos

Para muchas personas esta pregunta podría parecer un tanto obvia y la respuesta que muchos darían sería sí, debido a que es un hábito que la mayoría suele tener.

La práctica de enjuagar los dientes después del cepillado, con el objetivo de remover el excedente de la pasta de dientes, está tan estandarizada que incluso se asocia la presencia de un vasito para el agua con el momento del cepillado.

Otro ejemplo de lo estandarizada que está esta practica es que existen recomendaciones sobre cómo ahorrar agua durante el cepillado de dientas, pues se asocia el uso de la misma para el proceso de enjuagado.

Sin embargo, en realidad no debería existir problema de desperdiciar agua al momento de lavar los dientes, ya que, en realidad, no debería ser usada durante este proceso.

Así lo señalan una gran cantidad de especialistas en salud dental, quienes advierten que la mayoría de las personas tiene una mala práctica de cepillado dental, ya que la pasta de dientes no debe enjuagarse con agua una vez que terminas el proceso.

Aunque pueda sonar extraño, pues la mayoría crecimos realizando este acto una y otra vez, especialistas advierten que este acto estaría eliminando todos los beneficios del dentífrico, lo cual, a su vez, tiene como consecuencia dejar desprotegida nuestra dentadura.

Según explican, esto se debe que el flúor, principal componente de la pasta de dientes y responsable de fortalecer el esmalte suele diluirse ante la presencia de agua.

En este sentido, enjuagar los dientes, más que ayudar, estaría removiendo por completo la capa de flúor que debería proteger a los dientes.

Entre otras cosas el flúor mejora la resistencia del esmalte, fortalece los dientes además de prevenir la aparición de caries debido a su acción antibacteriana.

Por esta razón, es importante que la capa de flúor que aporta la pasta de dientes no sea desechada al momento de enjuagarlos, pues usada de forma correcta su acción puede brindar protección durante horas.

Por su parte, cabe mencionar que no sólo no se debe enjuagar la pasta de dientes después del proceso de cepillado sino que tampoco se recomienda usar agua para humedecer la pasta.

Los anterior debido a que ocurre el mismo efecto que si la pasta se enjuaga, a saber, se diluye el componente que brinda la protección a la dentadura.

-Enjuaga la boca con agua antes de iniciar tu proceso de cepillado con le objetivo de remover los restos de comida superficiales y hacer aún más efectivo el cepillado.

-Colocar la cantidad de una pequeña gota de pasta de dientes en el cepillo. Debido a que no será necesario enjuagar la pasta, es preciso reducir la cantidad que se usa al momento de la limpieza.

En general, se tiene la idea de que se debe usar una cantidad generosa que cubra todo el cepillo; sin embargo, un uso exagerado podría dejar una sensación demasiado fuerte en la boca que nos lleve a sentir la necesidad de enjuagarla. Es por esto que se recomienda usar una cantidad menor.

-Al terminar escupe el resto de pasta y, si lo deseas, enjuaga con una cantidad mínima de agua tu labios por si acaso quedo algún residuo de pasta en los mismos.

Aunque al principio dejar la pasta puede resultar un poco incomodo, los expertos señalan que con el tiempo las personas suelen acostumbrarse y que los resultados en el cuidado de tus dientes serán más favorables.