Su nombre era “Carlitos”, tenía cinco años y fue asesinado por su madre y su pareja sentimental el 9 de noviembre de 2022 en su casa de Chimalhuacán, Estado de México; un año más tarde la Fiscalía General de Justicia (FGJ) logró una condena de 47 años y seis meses de prisión para Dulce Nimitzi Caravantes Flugencio encontrada culpable del delito de homicidio agravado.
Dulce Nimitzi y Joel “N” golpearon y asfixiaron a “Carlitos” y después enterraron su cuerpo en una habitación en obra negra al interior de un inmueble ubicado en el Barrio Xochiaca, al oriente del Estado de México.
El mismo día del crimen, su madre acudió a las autoridades para reportar la “desaparición” de Carlitos; Dulce Nimitzi dijo a los policías de Chimalhuacán que unos sujetos a bordo de un auto le habían “arrebatado” a su hijo y después huyeron por calles de la colonia Barrio Xochitenco.
Como parte del protocolo de búsqueda de personas desaparecidas, personal de la Fiscalía mexiquense acudió al domicilio de la pareja y encontró indicios de tierra removida, por lo que procedieron a excavar encontrando el cuerpo del pequeño de cinco años.
Tanto la madre de “Carlitos” como su pareja sentimental fueron ingresados al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Nezahualcóyotl donde quedaron a disposición de un juez para iniciar su proceso legal; sin embargo, a tan solo tres días de su ingreso Joel “N” apareció colgado de uno de los barrotes de su celda, algo que las autoridades determinaron como un suicidio.
Justicia para “Carlitos” y “Calcetitas Rojas”
A un año del crimen un juez con sede en Nezahualcóyotl dictó sentencia contra Dulce Nimitzi por 47 años y seis meses de prisión, además de fijar una multa de 170 mil 790 pesos, 210 mil 721 pesos para reparar el daño material y 96 mil 220 pesos por concepto de reparación del daño moral.
Cuando estalló el caso de “Carlitos” se dio a conocer que el pequeño era primo de Lupita, la niña de cuatro años encontrada sin vida en la avenida Bordo de Xochiaca en 2017, conocida como “Calcetitas Rojas” por ser la única prenda con la que pudieron identificarla.
“Calcetitas Rojas” nunca fue registrada por su madre, pero la activista Frida Guerrera logró reconocerla como Guadalupe Medina Pichardo, asesinada por su madre y su padrastro por hacerse del baño sin avisarles, lo que motivó que la golpearan y abusaran sexualmente de ella.
El cuerpo de la pequeña fue abandonado envuelto en una cobija, sólo portaba una camisa verde y sus calcetitas rojas; permaneció como desconocida por nueve meses, hasta que las autoridades revelaron detalles del caso, tales como su vestimenta lo que permitió que sus vecinos la identificaran.
Yadira “N” y Pablo “N” fueron condenados a 88 años de cárcel luego de determinarse su responsabilidad en el feminicidio de la menor; las investigaciones revelaron que el padrastro de “Calcetitas Rojas” la golpeaba de manera constante y abusaba de ella, mientras que su madre permitía los abusos y nunca hizo nada para defenderla.
Antes de que el cuerpo de “Lupita” fuera llevado a la fosa común se logró identificar a la pequeña y detener a su madre y padrastro; lo que conmocionó al país entero pues se reveló que la madre de su padrastro acudió en más de una ocasión a las autoridades para denunciar la violencia intrafamiliar que sufría “Calcetitas Rojas” pero nunca le hicieron caso.
Datos de la organización Aquí Estamos refieren que entre 2019 y 2022 se cometieron 299 feminicidios infantiles en el país -67 de ellos ocurrieron en el Estado de México-, la mayoría de las víctimas tenían menos de 14 años. fueron agredidas por sus familiares en sus propios domicilios.