Los últimos años que estuvo en libertad antes de ser recapturado en julio de 2022, Rafael Caro Quintero mantuvo su influencia en el panorama del narcotráfico, en gran medida, gracias a su familia.
Actualmente, su sobrino José Gil Caro Quintero es identificado como uno de los principales líderes del Cártel de Caborca, célula con la que Rafael les disputó a Los Chapitos varios territorios en Sonora, Sinaloa y Baja California a partir de 2017.
Por otro lado, hay un familiar del exlíder criminal apodado como ‘El Príncipe’ que está libre desde julio de 2019 y cuya historia ha sido objeto de interés por quienes gustan consumir información sobre estos temas.
Se trata de su hermano Miguel Ángel Caro Quintero, un importante jefe criminal que traficó más de 100 toneladas de marihuana entre 1985 y 1988.
Los expedientes del Departamento de Justicia de Estados Unidos ubican a este hombre como responsable del trasiego de otras sustancias como heroína y cocaína. Además, era responsable de la “producción y manufactura de metanfetamina”.
Nació en Caborca, Sonora, en 1963. Las autoridades estadounidenses cuentan con distintos registros respecto a la fecha específica, pues podría ser el 3 de septiembre o el 9 de marzo.
A sus 25 años la Corte de Distrito de Colorado, ubicada en la ciudad de Denver, emitió una primera acusación en su contra. A esto se sumaron una acusación en 1993 por la misma instancia y dos más en 1994 en la corte de Distrito de Arizona, en Phoenix.
Acorde con los fiscales de aquel país, el modus operandi de Miguel Ángel Caro Quintero consistía comprar terrenos y herramientas agrícolas para, posteriormente, contratar trabajadores que procesaran, almacenaran y distribuyeran los cargamentos de marihuana.
En diciembre de 2001 fue detenido en Los Mochis, Sinaloa. Estuvo bajo custodia del gobierno mexicano acusado por el delito de posesión de armas hasta febrero de 2009, cuando finalmente fue extraditado.
En octubre del mismo año se declaró culpable de los cargos por tráfico de marihuana y sentenciado el 4 de febrero de 2010 a 17 años de prisión. Sin embargo, pasaron sólo nueve cuando fue puesto en libertad.
La información disponible señala que entre los factores que facilitaron la disminución de su condena estuvo su colaboración y declaración de culpabilidad, además de que habría sido un preso “bien portado”.
Los estudios que tomó en la prisión federal (FCC por sus siglas en inglés) de Victorville, en California, habrían hecho que las autoridades lo consideraran un reo “ejemplar”.
Según imágenes compartidas por el periodista Isaías Alvarado a través de X, antes Twitter, Miguel Ángel Caro Quintero recibió certificados por su participación en cursos de escritura creativa y finanzas personales, así como un reconocimiento por su presencia en el seminario “Teniendo éxito en el futuro”, impartido por la asociación cristiana Prison Fellowship.
En este sentido, Univisión citó documentos judiciales que acreditaron la participación de Caro Quintero en más de una veintena de cursos, incluyendo astronomía, poesía, literatura clásica, periodismo, horticultura, manejo del temperamento y apoyo paternal.
Poco antes de su liberación, los abogados de Miguel Ángel Caro Quintero enviaron una carta a las autoridades en la que solicitaron su salida anticipada de prisión para que pudiera cuidar a su madre, de 87 años en ese entonces.
Finalmente, el 19 de julio de 2019 el Servicio de Inmigración y Aduanas deportó a Caro Quintero, quien fue recibido por su familia en la garita ‘El Chaparral’ de Tijuana, Baja California.