El pasado 16 de noviembre, un comando emboscó y asesinó en Guerrero a los médicos veterinarios zootecnistas Raúl Nicolás Petatán Panchi y Kevin Gómez Zacapala, quienes se encontraban en el municipio de Atlixtac tomando muestras para descartar Brucelosis en ganado, junto con el presidente de la Asociación Ganadera local, Abel Ortega Farías, quien también perdió la vida en el ataque.
Pero ninguno de los jóvenes veterinarios recibió condolencias ni una promesa de justicia por parte de las autoridades locales y estatales. “El presidente municipal de Atlixtac, Leonardo Muñoz Tapia del PRD, simplemente los invisibilizó”, denunció en redes sociales la divulgadora de la ciencia Lucía Hernández, mejor conocida como “Amo la Ciencia”. Y es que las cuentas oficiales del municipio solo subieron una esquela dedicada a Abel Ortega, ya que además era secretario General del Ayuntamiento.
La Fiscalía General del Estado de Guerrero no emitió algún comunicado sobre el asesinato del funcionario ni de los veterinarios y tampoco hubo un pronunciamiento por parte de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda ni del gobierno federal, pese a que los médicos formaban parte de una campaña de sanidad animal del Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria de Guerrero (CEFPPGRO), Organismo Auxiliar de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
“Ante este acontecimiento, exigimos a las autoridades correspondientes aplicar la justicia para que los autores de estos hechos tengan un castigo ejemplar. Creemos en las instituciones y confiamos en que habrá repuestos en el esclarecimiento de estos eventos repudiables en donde perdieron la vida dos talentosos compañeros. A las familias de nuestros amigos, les hemos manifestado con profundo dolor el más sentido pésame, nuestra solidaridad y cariño permanente”, se lee en un comunicado del Consejo Directivo del CEFPPGRO.
En este mismo tenor se pronunció la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia No. 2 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), institución donde estudiaron Raúl Nicolás Petatán Panchi y Kevin Gómez Zacapala, “repudiamos los hechos de violencia donde le arrebataron la vida a dos talentosos egresados de nuestra comunidad universitaria (...) exigimos a las autoridades competentes el esclarecimiento y la aplicación de justicia a los autores de tan lamentable hecho”, condenó la casa de estudios guerrerense.
“Senasica y SADER mandan a la muerte a los médicos veterinarios”
La médica veterinaria Diana Martell condenó en X el asesinato de sus colegas y lamentó que tampoco el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) se haya pronunciado sobre el asesinato de Raúl y Kevin, pues ambos laboraban en el comité estatal que depende tanto en recurso y reglas de operación que asigne dicho órgano desconcentrado de Sader.
“Los veterinarios que están en campo son los que se encargan de tener contacto directo con los productores, de convencerlos de muestrear a sus animales, trabajan incluso fuera de horario laboral en condiciones laborales precarias para cumplir con las metas que asigne el SENASICA (...) son los médicos que van por la sierra en autos con gasolina y materiales contados, colegas a los que les limitan quedarse a pernoctar en una zona sin importar su seguridad, incluso deben buscar la manera de que el crimen organizado no interfiera con su trabajo”, condenó Diana.
La colega de los profesionistas asesinados hace 10 días en Guerrero denunció que muchos de éstos trabajan como voluntarios y por ende, no tienen seguridad social. “SENASICA y Sader mandan a la muerte a los médicos veterinarios y al final se lavan las manos. Murieron dos colegas que únicamente estaban realizando su labor como parte de los ‘números’ de muestras que les pide SENASICA”, escribió en X.
Diana también cuestionó por qué el organismo no se ha pronunciado ni ha dicho cómo apoyará a las familias de Raúl y Kevin, quienes fueron enviados a trabajar a un municipio de la región de la Montaña considerado peligroso. “Apoyar a las familias de los médicos que ni siquiera tenían seguro, es LO MÍNIMO que deben hacer por los médicos que les trabajaron gratis casi medio año”, dijo al tiempo que explicó que es común que los comités estatales tengan que operar sin dinero o con recursos propios hasta que Sader les pague.
“Que no se les olvide SENASICA, Sader, los dos colegas no se murieron, LOS MATARON, nos mataron a dos MVZ que tenían familia, esposas, amigos, hermanos y ustedes ni siquiera se han comunicado con ellos para preguntar, para apoyar, ni siquiera para reconocer su labor. Debería darles vergüenza, sin los comités estatales, SIN LOS MÉDICOS DE CAMPO, EL SENASICA NO ES NADA… Que descansen en paz los colegas, que se lleven en alto su labor y que se haga justicia para sus familias”, finalizó la médica veterinaria.