La comida mexicana es reconocida internacionalmente no solo en popularmente sino de manera institucional, pues el 16 de noviembre de 2010, la Unesco la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y es que la variedad y diversidad en la cocina de tierra azteca se remonta a platillos que vienen desde las antiguas civilizaciones, pasando por la aportación de otras culturas y tradiciones.
Escoger un solo platillo entre la gran cantidad de recetas de la gastronomía mexicana resulta casi imposible, no obstante, una reciente encuesta de la empresa De las Heras Demotecnia reveló que existe un manjar favorito en la opinión popular.
Esta encuesta realizada a personas mayores 18 años destacó al Mole como el platillo más representativo de la comida mexicana, con el 45 % de aceptación. En segundo lugar, con una distanciamiento importante del primer puesto se encuentra el Pozole con el 17%, una receta que se remonta a la civilización Azteca.
En tercer lugar se colocan las Enchiladas, con un 11% de aceptación. El Chile en nogada, originario del estado de Puebla, obtuvo un total de 8% de favoritismo. En quinto lugar, para sorpresa del imaginario social, los Tacos obtuvieron el 5% de reconocimiento.
Otras recetas calificadas fueron los Frijoles, con 3%, Tamales, con el 2%, Chilaquiles, Garnachas y Barbacoa con el 1 %.
Este ejercicio estadístico también reveló que el 49 % de mexicanos “come muy seguido” comida típica y un 48 % “come seguido, pero no tanto”. Del mismo modo destacó que solo el 3% de las y los encuestados “de plano casi no la come”.
La aportación de la comida mexicana
La Cocina Tradicional de México fue inscrita por la UNESCO en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y es considerada “un factor fundamental de identidad cultural, cohesión social, y un factor de desarrollo comunitario”.
De acuerdo al Gobierno federal, la gastronomía mexicana cuenta con una serie de productos con Denominación de Origen Calificada como el tequila, mezcal, mango ataulfo, café de Veracruz, charanda y café de Chiapas.
De igual manera, la gastronomía mexicana tiene una importancia económica al contar con más de 515 mil restaurantes, tres de ellos entre los mejores 50 del mundo.
“La cocina mexicana es una manifestación cultural viva, representativa de la humanidad por su antigüedad, continuidad histórica, la originalidad de sus productos, técnicas y procedimientos. El arte culinario mexicano es muy elaborado y está cargado de símbolos.”
El origen del Mole
Este platillo calificado como el más representativo de la gastronomía mexicana tiene una historia que se remonta varios siglos atrás. Por mucho tiempo se creía que el Mole era una receta que provenía de las infusiones colonizadoras con Andrea de la Asunción residente de un convento en Puebla, en 1685.
No obstante, investigaciones revelaron que este platillo, antes conocido mulli, es originario de las culturas prehispánica, donde los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear la salsa, la cual era acompañada normalmente con carne de guajolote, aunque también se usaba la carne de pato o armadillo y era servido en ceremonias como ofrenda a los dioses.
De acuerdo con las recopilaciones históricas, con la llegada de los españoles a México entraron nuevos productos que se fueron agregaron a las recetas de los moles como la pimienta negra, anís y la canela, en caso de las carnes se integraron el pollo, res y puerco. Durante la época de la colonia, gracias a la fusión gastronómica entre las culturas prehispánicas y las europeas, se tenía un amplio rango de ingredientes para cocinar, dando como resultado una gran variedad de moles.