Cuáles son los alimentos que nunca debes congelar

Realizar este proceso con algunas comidas podría poner en riesgo tu salud

La congelación de algunos alimentos puede cambiar su composición (iStock)

Congelar los alimentos puede ser una excelente herramienta para extender el tiempo de vida de algunos productos sin que pierdan sus propiedades; sin embargo, no todos los alimentos pueden ser sujetos a este proceso.

A pesar de que es poca la comida que no debe ser congelada es importante conocer esta información debido a que hacerlo podría representar un riesgo a tu salud o afectar sus nutrientes.

Es por esto que a continuación te decimos cuáles son algunos alimentos que nunca deberías congelar y algunos otros que no te recomendamos hacerlo pues perderán su sabor y consistencia.

1. Huevo fresco con cáscara

Más allá de que la congelación afectaría su sabor y su consistencia, los cierto es que someterlos a este proceso podría hacer que se revienten dentro de la nevera lo cuál, aunque parezca algo inofensivo, podría ser un problema para la salud.

Esto es debido a que el huevo es susceptible de portar salmonela por lo que si un huevo contaminado se revienta, esta bacteria podría esparcirse a los demás alimentos dentro del congelador poniendo en riesgo a ti a tu familia.

El huevo puede contener salmonela la cuál podría contaminar otros alimentos (Pexels)

2. Mayonesa y otros aderezos

La mayonesa y otros aderezos emulsionados que contienen huevo, nata o harina pueden cambiar su composición química durante el proceso de congelación/descongelación por lo que perderán sus consistencia y su sabor, el cuál podría ser bastante desagradable al descongelarse.

Por otro lado, este proceso también podría hacer que los ingredientes se “corten” y de consumirse así podrían generar problemas estomacales como diarrea.

Los ingredientes de algunos aderezos pueden cambiar su composición si se congelan (OK Diarios/Pinterest)

3. Verduras de hoja verde

Estas verduras suelen tener un gran contenido de agua por lo que, al congelarse, es posible que su estructura celular se dañe y pierdan su consistencia así como sus nutrientes.

La mejor forma de consumir estos alimentos siempre es en su forma fresca.

Los mismo ocurre con otras verduras que contienen una gran cantidad de agua en su composición como el pepino, el rábano, la jícama o la calabaza.

Las verduras con alto contenido de agua no deben congelarse (Especial)

4. Quesos y yogurt

Debido a sus componentes, es decir, a su alto contenido de grasa, los quesos y algunos tipos de yogurt, pueden perder su consistencia, su sabor y sus nutrientes durante el proceso de congelación/descongelación.

La grasa que contienen hace que este tipo de lácteos se “corten” al descongelarse por lo que adquieren un sabor agrio. Por otro lado, los quesos tienden a perder su consistencia y desmoronarse con facilidad cuando de descongelan.

Algunos lácteos cambian su sabor y consistencia al congelarse (iStock)

5. Pasta y arroz

Si bien congelar estos alimentos no afecta sus nutrientes, y no son un riesgo para la salud, sí afecta su consistencia y, por lo tanto, su sabor. Al descongelar estas comidas pueden adquirir una consistencia chiclosa que no será muy agradable.

Si bien congelarlo no es un riesgo a la salud si cambia su sabor y consistencia (Especial)

6. Papas

Debido a que este tubérculo contiene gran cantidad de agua congelarlo puede hacer que pierda parte de su consistencia crujiente y de su delicioso sabor. Además, la papa también contiene fécula, la cual, al congelarse cambia completamente la consistencia de este alimento.

Si bien el efecto puede ser un poco menor si la papa se ha cocido previamente lo cierto es que al descongelarla podría tener una textura blanda e insípida.

Aunque quizá muchos no lo saben, para que las papas francesas congeladas del super no pierdan su sabor y consistencia al ser freídas, pasan por un proceso de precocción regulada antes de ser congeladas.

Las papas tienen un gran contenido de agua (Pexels)

Por último, recuerda que el proceso de congelación debe cumplir con ciertas características para no poner en riesgo tu salud, por ejemplo, es importante no congelar y descongelar los alimentos varias veces sino congelar y consumir inmediatamente después de descongelarlos.

Además, recuerda siempre congelar los alimentos en su punto más fresco o cuando recién los haz comprado, ya que hacerlo cuando ya llevan varios días en la nevera, o cuándo ya es su fecha de caducidad, podría hacer que se congelen bacterias junto con ellos.