Las costas de Guerrero, en especial Acapulco, están viviendo una historia de terror desde que el huracán Otis, de categoría 5 (la más alta en la escala Saffir - Simpson), impactó tierra el pasado 24 de octubre, ocasionando una devastación total en la zona destruyendo hoteles, restaurantes, casa, viviendas e inclusive el aeropuerto.
A casi un mes desde que se enfrentaron a uno de los fenómenos meteorológicos más fuertes a los que se enfrentó México en los últimos años, los habitantes de Acapulco aún no se recuperan y ahora se suman más problemas generados por el caos y el desastre que dejó Otis. Uno de estos conflictos es la acumulación de basura que poco a poco se convierte en una emergencia sanitaria.
Luis Amed Salas, licenciado en Derecho y con una maestría en Ciencias de la Educación, es un sobreviviente a Otis que, afortunadamente, no perdió su vivienda ni su vida, como muchos otros, por lo que se dispone a ayudar a los damnificados con algunos víveres, despensas y medicinas. En entrevista con Infobae México, el ciudadano acapulqueño contó que la basura está siendo un verdadero problema.
“Acapulco huele feo, no sé si a muerto, desconozco, no sé si sea el drenaje que colapsó, la gente trae cubrebocas para soportar el olor, al mismo tiempo que cuidamos nuestra salud, tenemos una emergencia sanitaria, ya se convirtió en prioridad. La gran mayoría, miles de familias, no tienen casa, eso ya genera escombros, ahora súmale la basura personal, ya genera contaminación, porque muchos están quemando basura. Esto no se atiende y terminaremos en un problema grave sanitario”, declaró.
Por si esto fuera poco, el licenciado Amed Salas (que se encuentra coordinando trabajos de repartición de alimentos y productos de primera necesidad) contó que en las comunidades hay asentamientos rurales donde el agua se encharcó y eso atrajo grandes poblaciones de mosquitos, por lo que ahora temen que se expanda el dengue, especialmente ahora que faltan medicinas.
“El panorama es lamentable, hay muchas comunidades donde hay agua encharcada, no tienen salida de agua y ya estamos lidiando con la etapa del mosquito, ahora nos temeos que preocupar con el dengue que podría generar una epidemia... tampoco hay medicinas, y no hay farmacias abiertas y muchos se están enfermando, es sumamente importante garantizar la salud”, lamentó el habitante de Acapulco.
Otra de las crisis que generó el huracán Otis es la falta de agua potable que en muchos sitios escasea. Pero, de acuerdo a Amed Salas, que vive de primera mano el desastre, qué es lo que Acapulco necesita. Él agradeció el apoyo en despensas y en víveres, pero aseguró que “ni siquiera 50 mil despensas” son suficientes pues más de cientos de miles de personas fueron afectadas, por lo tanto él pidió apoyo a los gobiernos federal, estatal y municipal para reactivar el puerto, cosa que no han hecho, subrayó.
“El gobierno federal, estatal y municipal participa con 50 mil despensas, se acaban en un día, pero y los demás, se agradecen los apoyos de su parte, sólo que les correspondería crear y desarrollar políticas públicas de proyectos que comiencen a generar planes para que los hoteles retomen sus actividades, llegue el turismo. los restauranteros puedan abrir y así generar trabajos, evitar que las empresas internacionales se vayan del puerto y no causar un mayor caos con el desempleo”, declaró en entrevista con Infobae México.
Además dijo que las autoridades deben garantizar el acceso a la alimentación pues muchas familias no están recibiendo una dieta que asegure su nutrición.
Acapulco necesita de todo México, es un grito de auxilio, pidió habitante de Guerrero, tras paso del huracán Otis
De acuerdo con Amed Salas, también maestro en Ciencias de la Educación, el proceso de recuperación de Acapulco es muy lento y el panorama del puerto es desalentador pues en cualquier sitio hay desastres. Por lo que pidió a la ciudadanía de todo el país a sumarse al apoyo en las costas de Guerrero, sea físicamente o con víveres que pudieran ayudar a los damnificados.
Especialmente porque, de acuerdo con sus declaraciones, el gobierno no ha emitido soluciones para ellos ni apoyos para quienes se dedican a la entrega y repartición de víveres, como él, que necesita utilizar sus recursos económicos para comprar los productos y entregarlos a los damnificados.
“Yo uso mis recursos económicos para compras las cosas, gasto en gasolina para recogerlas y luego entregarlas, pero lo hago con mucho amor por mi gente, por mi Acapulco, pero también se aceptar que los necesitamos a todos”, con estas palabras finalizó la entrevista para Infobae México.