La Oficina, el grupo delictivo que operaba en Aguascalientes y que se impuso en el “triángulo del terror”

“Extraurgente”, es la palabra escrita en la parte superior de un documento que la Guardia Nacional (GN) envió a autoridades de Aguascalientes, donde brinda información clave para trazar líneas de acción en contra de las organizaciones delictivas responsables de asesinatos, trasiego de drogas, secuestro y robo, entre otros crímenes cometidos en el estado.

En un documento filtrado de Guacamaya Leaks al que tuvo acceso Infobae México se identificó a los integrantes de los cárteles que operan en la entidad, incluso el estatus que tienen dentro de los mismos. Una de las células que llamó la atención fue la de La Oficina, procedente del Cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

Los datos fueron entregados el 6 de abril del 2022 y supervisados por personal de la Dirección General de Inteligencia, adscrita a la Unidad de Órganos Especializados de la Guardia Nacional.

Aguascalientes es un estado clave para el trasiego de drogas por su colindancia con Zacatecas y Jalisco; denominado como el “triángulo del terror”, es sumamente codiciado por grupos delictivos. En la entidad los municipios más violentos, según el informe, son Pabellón de Arteaga, San Francisco de los Romo, Jesús María, Aguascalientes y Rincón de Romos.

Esta célula nació como una escisión del Cártel de los Beltrán Leyva, fundado por los hermanos Arturo, Alfredo, Carlos y Héctor Beltrán Leyva, con presencia en los estados de Aguascalientes, San Luis Potosí y Jalisco.

Las datos de inteligencia identificaron plenamente –con nombres y fotografías– la participación de tres personas, entre ellas Héctor Beltrán Leyva, alias “El H”, quien fue capturado en el 2014 en San Miguel de Allende, Guanajuato, y falleció de un infarto en el 2018; debido a la disparidad de fechas, se estima que la GN lo colocó cómo el principal líder porque La Oficina está ligada con el cártel en el que participó junto a sus hermanos.

El segundo al mando fue identificado como Daniel Fernández Domínguez, alias “El 7″, “El Seven”, “El Pelón” o “El pelacas”, detenido en febrero del 2014 por el delito de portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea y trasladado al Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México. En el acta de auto de formal prisión a la que tuvo acceso Infobae México, la autoridad ministerial añadió una nota donde lo identificó como colaborador de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

También lo relacionaron al secuestro del panista Diego Fernández de Cevallos, ocurrido en mayo de 2010 en el estado de Querétaro. Luego de que Óscar Osvaldo García, alias “El Compayito”, líder del grupo criminal La mano con ojos, lo señaló como partícipe. Aunque lo detuvieron en una zona exclusiva del estado de Puebla. Tras las acusaciones, Tomás Zerón, entonces titular de la Agencia de Investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) dijo que no había pruebas suficientes para relacionarlo con el plagio del “Jefe Diego”; sin embargo, su proceso penal continuó por portación de armas largas, las cuales fueron incautadas en su domicilio el día de su aprehensión.

Luego de ser procesado penalmente e internado en la cárcel de máxima seguridad, no se ha sabido más de este personaje. El tercero al mando, fue identificado como Wenceslao Carmona Álvarez, alias “El Ocho” o “El Huerco”, un sujeto que según algunos medios de comunicación es el hermano de “El Pelacas”.

“El Ocho” es un expolicía municipal del municipio de Tlalnepantla, Estado de México, que se corrompió y comenzó a trabajar en las filas de La Oficina, coordinando el trasiego de drogas entre Aguascalientes, Ciudad de México y la entidad mexiquense. De acuerdo con Milenio, fue detenido en el 2013.

La Guardia Nacional no mencionó a más personas involucradas en la célula de los Beltran Leyva de la que poco se ha hablado, aunque la tiene identificada en las estructuras delictivas que operan en Aguascalientes y que podría implicar peligro para la sociedad civil.

Por lo menos desde inicios del 2022 el CJNG fue identificado por las autoridades de seguridad como principal generador de violencia. En sus filas hay alrededor de 13 cabecillas, así como tres células denominadas: Los Goyos, Los Malceros y Los Gloria, junto a cuatro funcionarios públicos.

Más de un año después, en octubre de este 2023, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública local, Porfirio Sánchez Mendoza reconoció en una conferencia de prensa que habían detectado la presencia de hombres que trabajan para Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”. Asimismo, reconoció que en la entidad también operaba una célula del Cártel de Sinaloa o del Pacífico.

Mientras que en el informe filtrado se detalla que el 9 de marzo del año pasado localizaron una manta en San Francisco de los Romo, con un mensaje dirigido al gobierno local y a los cárteles enemigos, donde amenazaron con hacer “una limpia” en contra de los responsables de la comisión de delitos en la zona. El mensaje fue firmado por Jorge Ramos, alias “La Rata”.

Más tarde, el 24 de marzo de ese año, el CJNG dejó un narcomensaje amenazando al mando de la Fiscalía de Justicia del estado, Juan Muro Díaz, señalado por favorecer a los grupos antagónicos que quieren el control de la plaza.

En el documento “extraurgente” también se mencionó la presencia del cártel fundado por Ismael El Mayo Zambada y dirigido por muchos años por Joaquín “El Chapo” Guzmán, con por lo menos tres cabecillas importantes.

La dependencia reconoció que ambos grupos mantenían disputas por las zonas de operación, traduciéndose en un incremento de las ejecuciones, principalmente en la capital y zona conurbada, “en cuyos cuerpos dejan cartulinas en las que, además de adjudicarse el homicidio, advierten que emprenderán acciones en contra de quienes intentan apoderarse de sus respectivas zonas de operación”.

Este cártel fue catalogado como uno de los más violentos porque prefería usar el terror para someter a sus víctimas antes que comprar a funcionarios para tener protección. Se integró por exmilitares y desertores de las Fuerzas Especiales del Cártel del Golfo, quienes lo llevaron a ganarse la descripción de “el grupo paramilitar más tecnológicamente avanzado, sofisticado y violento”, brindado por la DEA (Administración de Control de Drogas); luego de que abatieron en 2015 a Heriberto Lazcano, “El Z3″, la organización se fraccionó, perdió fuerza. Actualmente obtendría más recursos de los crímenes regionales que del trasiego de drogas, según InsightCrime.

Aguascalientes es una de las entidades donde todavía tiene presencia, bajo el mando de Manuel Antonio de la Garza, alias “El Tony” y su mano derecha, Carlos de Santiago, alias “El Pulga”.

En la conferencia que dio Sánchez Mendoza en octubre de 2022, dijo que en la entidad había miembros del CDS y del CJNG, sin indicar que habían localizado la presencia de miembros de Los Talibanes; se ganaron ese nombre porque su fundador tenía la costumbre de decapitar y colocar explosivos a sus enemigos, simulando las tácticas de los extremistas islámicos.

Este grupo delictivo surgió en San Luis Potosí bajo el mando del “Z-50″, “L-50″ o “El Talibán”, Iván Velázquez Caballero, quien fuera uno de los líderes de Los Zetas, bajo el mando de Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40″. Si bien el segmento nació en 2017, fue hasta 2020 que se mencionó que el cártel se encontraba en la entidad; en los años posteriores extendieron su territorio.

No obstante, con la detención de Martín “N”, líder de Los Talibanes en noviembre de 2020 en Aguascalientes e ingresado al Centro Regional de Reinserción Social (Cerereso) Varonil de Cieneguillas, en Zacatecas, la organización criminal perdió fuerza aunque continuaron con algunas operaciones de extorsión, secuestros y cometiendo homicidios.

La Guardia Nacional identificó a Carlos Adrián Gutiérrez Ramírez, alias “El Carlitos” como miembro de este grupo criminal, sin que se detallaran otros datos sobre sus operaciones o lugares en donde se encuentran sus hombres.

En el documento filtrado, la Guardia Nacional acepta que la disputa por el territorio de los diferentes grupos criminales ha forzado a numerosas familias a desplazarse a otras entidades, quienes desean continuar con su vida, lejos del peligro y la violencia que existe en el “triángulo del terror”.

Por lo anterior, subraya la necesidad del trabajo coordinado de las autoridades federales para controlar los hechos delictivos generados por los cárteles, principalmente el CJNG y el CDS.