El idioma español es vasto y sus hablantes lo han dotado de distintas variantes que han colaborado a su evolución. Especialmente los mexicanos, hemos creado expresiones de todo tipo que hoy forman parte de nuestro léxico y de nuestra característica forma de comunicarnos con el habla.
“De gorra” es una expresión derivado de “gorrón”, que según la Real Academia de la Lengua Española (RAE) significa: “Que tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena”. Por otro lado, la Academia Mexicana de la Lengua lo ejemplifica: “No hay gorrón que no alabe al anfitrión. refr. Quien come o se divierte a costa ajena lo paga con halagos”.
En México, hemos adaptado muy bien esta expresión, incluso a refranes, por ejemplo el que dice: “A la gorra, ni quien le corra”, que la Academia de la Lengua Española explica así:
“Dicho popular que significa lo que enuncia. La palabra “gorra” y “gorro” se usa en el habla popular mexicana significa nada y, en general, un gratis peyorativo: ese sería el sentido de este dicho, sea cierto o no. De hecho, circula un refrán que dice exactamente lo contrario: “A lo dado, hasta los obispos trotan.” Obviamente, está construido sobre una estructura de rima consonante”.
Las versiones del origen de la expresión “de gorra”
Algunas versiones aseguran que esta expresión nació en España, especialmente en Salamanca, donde algunos estudiantes de universidad se alimentaban gratis en comedores beneficos. Cuentan que las autoridades de la ciudad organizaban eventos para que las personas sin hogar o en extrema pobreza comieran de forma gratuita.
El único requisito que tenían que cumplir las personas de bajos recursos para poder entrar a los comedores gratuitos era tener una gorra sobre su cabeza. Cuando los estudiantes de la ciudad se dieron cuenta de esto, comenzaron a usar estas prendas de ropa para hacerse pasar por una persona en situación de calle y así comer gratis.
Otra versión cuenta que la expresión proviene de la forma en la que se vestían las clases sociales altas y bajas hace tiempo. Por un lado, las personas con dinero siempre llevaban sombrero, mientras que sus empleados usaban gorras. Cuando los “patrones” salían de sus casas para viajar se llevaban a sus empleados y, obviamente, pagaban sus cuentas también.
Cuando los empleados del hotel (o en los restaurantes) pedían la cuenta al patrón le daban dos cifras, una de lo consumido por los “de sombrero” (o sea él y su familia) y otros por “los de gorra” (sus empleados), pues lo que se ofrecía a cada grupo era bastante diferente. El patrón pagaba y, por tanto, los “de gorra” comían gratis aunque no fueran oficialmente “invitados”.
Otras expresiones que usamos en México
Los mexicanos usamos mucho la expresión “aguas” para advertir a alguien más sobre algo. Se dice que esta expresión viene de los primeros años después de la conquista, cuando en Nueva España no existía el drenaje y los mexicanos utilizaban bacinicas para hacer sus necesidades, mismas que vaciaban por las ventanas de sus casas pero antes gritaban “¡aguas!” para advertir a los que pasaban por ahí.
“El que quiera azul celeste que le cueste” es otra frase muy usada por los mexicanos y el significado es claro: esforzase para conseguir lo que se quiere. Las versiones sobre el origen de la expresión aseguran que la frase proviene de los antiguos pintores, quienes para conseguir el color azul necesitaban sacarlo de una piedra preciosa que era muy cara: el lapislázuli.