Una sola carretera conecta a Badiraguato con Culiacán, la capital de Sinaloa, a sus espaldas se levantan los picos de la Sierra Madre Occidental que marcan los límites de Chihuahua y Durango; está enclavado en el llamado Triángulo Dorado de la droga que vio a nacer a personajes como Joaquín El Chapo Guzmán y Rafael Caro Quintero, y que recientemente recibió al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La historia de Badiraguato podría contarse a través de su geografía y la flora que ahí reverdece; mediante la etimología de su nombre (Cahíta-purépecha) que nos da como resultado “el arroyo de muchos cerros” o “el cerro de muchos arroyos”; pero también puede narrarse a partir de los personajes que la han pisado y lo que han hecho a lo largo de sus vidas.
En el ámbito que nos compete, el primer gran momento de Badiraguato ocurrió con la migración masiva de asiáticos para construir las líneas del ferrocarril ordenado por Porfirio Díaz; ellos se instalaron en Sinaloa y Sonora, pero trajeron consigo semillas de amapola que florecieron en el Triángulo Dorado.
Después -narra el historiador Luis Astorga- vino la persecución de los migrantes por orden del entonces presidente Plutarco Elías Calles, con lo que el cultivo pasó a manos de familias de campesinos y extrabajadores de las minas que abundan en la región.
Una de esas familias era la de Emilio Guzmán Bustillos, padre del Chapo Guzmán, quien sembraba marihuana y opio en La Tuna, de donde eran originarios; ahí tuvo 11 hijos -según la periodista Anabel Hernández- y ahí también fue donde su hijo más famoso conoció a Rafael Caro Quintero y a Ernesto “Don Neto” Fonseca Carrillo.
Juntos y con ayuda de Miguel Ángel Félix Gallardo -nacido a unos kilómetros de Badiraguato- crearon el Cártel de Guadalajara, el que más tarde se convertiría en el Cártel de Sinaloa y del que Guzmán Loera sería uno de sus principales líderes para traficar distintas drogas a EEUU.
AMLO y El Chapo Guzmán en Badiraguato
No se tiene certeza de la última ocasión que el Chapo Guzmán visitó Badiraguato, pero en sus dos últimas capturas agentes federales lo arrestaron en Mazatlán y Los Mochis, Sinaloa: poco más de 200 kilómetros lo separaban de su familia y la tierra que lo vio nacer.
En esa región y en una visita para supervisar la construcción de la carretera Tamazula-Canelas y Badiraguato-Guadalupe, la camioneta en la que viajaba AMLO se detuvo en marzo de 2020 para darle la mano a María Consuelo Loera Pérez, la madre del Chapo Guzmán.
En su viaje -uno de los 6 que AMLO ha hecho a Badiraguato- la madre del otrora líder del Cártel de Sinaloa le entregó una carta en donde le pedía su ayuda para que pudiera acudir a visitar a su hijo, extraditado desde 2017 a Estados Unidos y condenado a cadena perpetua por tráfico de drogas.
Tres años después AMLO volvió a la cuna del Chapo Guzmán y prometió que lo hará una vez más en 2024, antes de que termine su mandato; además dijo “no estar de acuerdo con los estigmas y que tachen a la gente de mala cuando toda la gente, todo el pueblo, es bueno”.
Entre los hechos que pasaron en Badiraguato se cuenta también el nacimiento de Alfredo Beltrán Leyva y la muerte de Ernesto Guzmán Hidalgo, medio hermano del Chapo Guzmán asesinado en 2015; y recientemente un fuerte operativo de las Fuerzas Armadas con helicópteros, drones, vehículos blindados y fuerzas terrestres del cual las autoridades no informaron nada.
Badiraguato -entre toda la serranía del Triángulo Dorado- también se presume como el lugar donde se esconde Ismael El Mayo Zambada, el otro líder del Cártel de Sinaloa que nunca ha pisado la cárcel.