El Gobierno de la Ciudad de México anunció un plan para instalar sistemas de cosecha de agua de lluvia en mil 922 escuelas públicas de la capital. La iniciativa, que tiene un costo de 300 millones de pesos, beneficiará a más de 2 millones de personas.
La primera etapa del plan, que se ejecutará en la alcaldía Milpa Alta, comenzará en los próximos meses y beneficiará a 40 mil personas. En esta etapa, se instalarán sistemas de captación de agua de lluvia con una capacidad de entre 2,500 y 5 mil litros, los cuales podrán utilizarse para tareas de limpieza, lavado de ropa y sanitarios.
El Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, destacó que la cosecha de agua de lluvia es una medida importante para reducir el consumo de agua potable y proteger el medio ambiente.
“La cosecha de agua de lluvia es una práctica sencilla y efectiva que puede ayudar a conservar el agua y a proteger el medio ambiente”, dijo Batres. “Con este plan, estamos contribuyendo a garantizar el acceso al agua para las personas que viven en la Ciudad de México”.
Van por Edomex
La iniciativa del Gobierno de la Ciudad de México ha sido bien recibida por los legisladores locales. El diputado Gerardo Lamas Pombo, del PAN, presentó un punto de acuerdo para pedir a los gobiernos federal, del Estado de México y a todos los ayuntamientos que se realice un foro para promover la cosecha de agua de lluvia a nivel nacional.
“La cosecha de agua de lluvia es una medida que puede ayudar a reducir la escasez de agua en todo el país”, dijo Lamas Pombo. “Con este foro, queremos generar un espacio de diálogo para que los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para promover esta práctica”.
El punto de acuerdo de Lamas Pombo fue aprobado por unanimidad por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. El foro se realizará en los próximos meses y contará con la participación de expertos en la materia, así como de representantes de los gobiernos y de la sociedad civil.
La cosecha de agua de lluvia es una práctica que se lleva a cabo desde hace siglos en muchas partes del mundo. En México, esta práctica se ha utilizado tradicionalmente en las zonas rurales, pero en los últimos años ha comenzado a ganar popularidad en las ciudades.
La cosecha de agua de lluvia es una medida sencilla y efectiva que puede ayudar a reducir el consumo de agua potable y a proteger el medio ambiente, debido a que el agua que se capta funge para las diversas tareas de uso cotidiano en los hogares en donde se encuentre implementado el sistema.