Por este motivo, Arturo Beltrán Leyva era conocido bajo el mote de “El Botas Blancas”

El fallecido capo Arturo Beltrán Leyva tenía un apodo muy peculiar, el cual se le fue asignado debido a sus llamativas botas de avestruz que eran de color blanco, mismas que se volvieron parte de su atuendo de todos los días.

Fue tanto su popularidad que incluso hasta en la música hay un narcocorrido que habla de su calzado, tal es el caso del fallecido cantante del regional mexicano, Tito Torbellino, quien lo interpretó tras el deceso del narcotraficante en 2009.

“Ya no soy el ayudante, yo fuí jefe de las plazas, ya no eran pacas de a kilo, las convertí en toneladas, un tiempo fui campesino, también fui el botas blancas”, se escucha al inicio de la canción lanzada en el año 2010 del álbum El Consentido De La Mafia.

Además de ese llamativo apodo, Beltrán Leyva también fue conocido como ‘El Barbas’, ‘La muerte’ y ‘El Jefe de Jefes’, el primero debido a que siempre le gustaba traer el bello facial bien arreglado, el segundo mote debido a que era una persona sanguinaria y el último por ser el líder del cártel.

Por muchos años los hermanos fueron aliados del Cártel de Sinaloa, pero en 2008 decidieron romper alianza debido a la aprehensión de su hermano Alfredo, al cual ‘El Chapo’ habría entregado a las autoridades.

Fue entonces que los conflictos comenzaron, pues meses más tarde fue asesinado a balazos uno de los hijos de Guzmán Loera al encontrarse en el estacionamiento de un centro comercial. Se comenzó a especular que fueron los Beltrán Leyva aunque después salió una versión en la que afirmaron que fue un error Gonzalo Inzunza Inzunza, alias ‘El Macho Prieto’, versiones que aún no se han confirmado.

Arturo tuvo sus inicios en el negocio tras ser el escolta de otros narcotraficantes, entre los cuales se encontraba Amado Carrillo Fuentes, alias ‘El Señor de los Cielos’, según datos del portal Crimen, InsightCrime, para después convertirse en uno de los influyentes en todo el territorio mexicano hasta su deceso.

‘El Barbas’ fue abatido el 16 de diciembre del 2009 por los elementos de la Marina a la edad de 48 años cuando se encontraba en un lujoso complejo residencial, ubicado al norte de Cuernavaca, Morelos, quienes durante un operativo lograron ingresar al domicilio.

Beltrán Leyva fue finado junto a cuatro de sus sicarios y 11 más fueron aprehendidos, de los cuales uno se quitó la vida para evitar su detención, según datos de la Armada de México.