Con la llegada del invierno, el frío se cierne sobre nosotros, y junto con él, las molestias habituales como gripes, resfriados, bronquitis y otras enfermedades respiratorias. ¿Por qué ocurre esto y qué podemos hacer para fortalecer las defensas y protegernos de las bajas temperaturas?
El invierno trae consigo un descenso de las temperaturas que afecta al funcionamiento de nuestro organismo. El frío provoca un menor flujo de sangre en las extremidades, ya que el cuerpo concentra sus esfuerzos en mantener calientes los órganos vitales.
Esta redistribución de la sangre debilita nuestras defensas, que son fundamentales para combatir enfermedades. Además, esta temporada es el período propicio para la proliferación de virus. Pasamos más tiempo en espacios cerrados, lo que aumenta la probabilidad de contagiarnos de gripes y resfriados.
¿Cómo subir las defensas en invierno?
Afortunadamente, existen medidas que podemos tomar para fortalecer las defensas de forma natural y protegernos del frío.
- Mejor come caliente: durante el invierno, el cuerpo pide alimentos calientes. Consuma caldos caseros, guisos, purés o cremas de verduras. Estos alimentos son ricos en proteínas, fibra y agua, lo que los hace más saciantes y favorece la digestión. Evita los alimentos fríos, ya que ralentizan el proceso digestivo.
- Consume superalimentos: algunos alimentos pueden fortalecer nuestro sistema inmune. Los lácteos fermentados como el yogur aportan vitamina A y D, por lo que fortalece las defensas inmunológicas del intestino. Las verduras de hoja verde intenso, como kale, brócoli, espinacas, pimientos y tomates, proporcionan vitamina C y reducen el cansancio. El pescado azul, como la caballa y el salmón, contiene vitamina D y ácidos grasos omega-3 beneficiosos.
- Come frutas ricas en vitamina C: el consumo de frutas como kiwi, cítricos, melón, mango, papaya, piña, fresas, frambuesas, moras y arándanos puede fortalecer tu sistema inmunológico. La vitamina C es un potente antioxidante que incrementa las defensas naturales del cuerpo.
- Bebe infusiones: las infusiones pueden ayudarte a mantenerte caliente y fortalecer tus defensas. La equinácea combate los síntomas del resfriado y las infecciones. El té verde, además de sus propiedades antioxidantes, aumenta las células responsables de la función inmune. El regaliz, además de tener un delicioso sabor, posee beneficios para el sistema inmunitario.
- Duerme ocho horas: el sueño adecuado, con una duración de siete a ocho horas, es fundamental para un estilo de vida saludable y para fortalecer el sistema inmunológico. Durante el sueño, se incrementa la memoria inmunológica, y un buen descanso ayuda a prevenir dolores de cabeza y migrañas.
- Muévete: realizar actividad física con regularidad puede ayudar a fortalecer el sistema inmune. El ejercicio contribuye a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias, lo que reduce el riesgo de resfriados y gripes. También se cree que el ejercicio ayuda a reducir el estrés, que está asociado a ciertas enfermedades.
¿Por qué son más comunes la gripe y el resfriado en otoño e invierno?
Las bajas temperaturas y la escasa humedad ambiental desempeñan un papel crucial en el aumento de la vulnerabilidad en los meses más fríos. El aire seco puede resecar la mucosa nasal, lo que daña la capa epitelial y reduce la eficacia del aclaramiento mucociliar, dejándote más expuesto a infecciones por virus respiratorios.
El frío realmente puede aumentar la propagación de virus respiratorios, como la influenza y el rinovirus. Un estudio realizado en la Escuela de Medicina Mount Sinai, en Estados Unidos, informó que la baja humedad relativa generada por la calefacción en espacios cerrados y las bajas temperaturas propias del invierno crean un entorno propicio para la propagación de estos virus.